
El Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia experimentó un cambio abrupto en su liderazgo la noche de este lunes 27 de octubre. La Presidencia de la República, mediante el decreto 1143, aceptó la renuncia de Eduardo Montealegre, quien llevaba poco más de cuatro meses en el cargo.
Como respuesta inmediata, el Gobierno Nacional designó a Augusto Ocampo, actual secretario jurídico de la Presidencia, como Ministro de Justicia encargado, garantizando la continuidad en la cartera mientras se nombra un titular definitivo.
La dimisión de Montealegre, presentada el pasado viernes 24 de octubre, no estuvo exenta de controversia. El exministro justificó su salida de manera tajante: dedicarse a impugnar la reciente absolución del expresidente Álvaro Uribe Vélez por parte del Tribunal de Bogotá. En su carta, Montealegre calificó la decisión judicial como un «prevaricato» y lanzó fuertes críticas, sindicando al exmandatario como un «criminal de guerra» y arremetiendo incluso contra un «premio nobel de la paz servil».
Esta salida también se produce en un contexto de tensión con el Procurador General, Gregorio Eljach, quien recientemente había abierto una investigación en su contra por presunta participación en política.
La defensa del expresidente Uribe, por su parte, reaccionó de inmediato, acusando a Montealegre de utilizar el tema judicial para «distraer la atención sobre los verdaderos motivos de su salida», intentando deslegitimar el fallo judicial y presionar a las altas cortes.
La llegada de Ocampo al ministerio, aunque de manera temporal, busca estabilizar la cartera en medio de este turbulento escenario político y judicial.
