Aproximadamente Montería produce 350 toneladas diarias de basuras, lo cual nos da un promedio mensual de 10.500 toneladas. Estamos a punto de llegar a un escenario, donde no sabremos qué hacer con esos residuos.
Por: Oswaldo Marchena Mendoza.
@marchenojob
Ambientalistas fanáticos, y políticos oportunistas, expertos en manejar a su favor el descontento social (en muchas ocasiones por falta de información precisa y oportuna), están conduciendo a Montería hacia una emergencia ambiental y sanitaria por la falta de infraestructuras para la disposición de residuos sólidos.
Montería aporta en promedio el 58% de las basuras que se disponen en el departamento, y las mismas siguen creciendo a un ritmo frenético. Preocupa que hoy la ciudad, por diferentes motivos, no cuente con una vía despejada para la adecuada disposición de esas basuras; y se deben encender las alarmas, porque poco a poco nos estamos aproximando a una crisis ambiental y sanitaria.
La Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge CVS, acaba de suspender de forma temporal la licencia otorgada a Siempre Limpio del Caribe para la construcción del Parque Industrial de aprovechamiento de residuos sólidos urbanos y residuos especiales no peligrosos -Piar Los Cerros-, cuyo propósito fundamental, según la empresa, es brindar un relleno sanitario útil para el departamento de Córdoba.
Al tiempo que se conoció esa decisión de la CVS, un sector en la comunidad de Patio Bonito mantiene su oposición a la construcción del relleno en esa zona de la ciudad. En la vereda Loma Grande, corregimiento el 12, donde funciona el único relleno sanitario que tiene Montería, operado por URBASER, algunos habitantes insisten en no dejar que la infraestructura siga funcionando en su entorno. Debido a las continuas protestas y bloqueos, el operador de ese relleno (URBASER), informó que han tenido que llevar los residuos a sitios en otros departamentos.
Las razones de los habitantes de Patio Bonito y de la comunidad de Loma Grande, es un tema pertinente de debate en el seno de las autoridades ambientales, y tras esas discusiones deben tomarse decisiones técnicas, lejos de intereses políticos y empresariales. La normativa ambiental tiene las vías suficientes para tomar esas decisiones.
Los argumentos de la comunidad en Patio Bonito y en Loma Grande, para oponerse en el primer caso a la construcción y en el segundo a la operación del relleno, y las exposiciones técnicas de Siempre Limpio y Urbaser, se están convirtiendo en un verdadero galimatías para el gobierno de Montería, autoridades ambientales y organismos de control.
¿Y mientras tanto qué hacemos con las basuras?
La invitación no es a depositar en el último vagón el reclamo de las comunidades, pero si es necesario zanjar las discusiones y adoptar de una vez por toda, decisiones técnicas pensando en el bienestar colectivo por encima de cualquier pretensión particular.
Cuando abordo este tema, siempre expongo el siguiente interrogante, ¿Qué ha hecho la Gobernación de Córdoba y los municipios del departamento para resolver los problemas de residuos sólidos, a propósito de la Sentencia SU-217/17 del 18 de abril? Entre otros aspectos, la magistrada ponente, Victoria Calle Correa, dispuso: “….con base en estudios técnicos adecuados, explorar las posibles alternativas para la disposición de residuos sólidos en Córdoba. Lo ordenado en este texto de la Corte Constitucional, es hasta ahora un saludo a la bandera, y por lo tanto una sentencia que está en desacato, porque en Córdoba, ni los municipios, ni el departamento han hecho gestiones o estudios para buscar y adecuar otros sitios para la disposición de residuos sólidos.
Es oportuno señalar que desde el año 2007, La CVS les ha insistido a todos los entes territoriales sobre la necesidad de regionalizar el tratamiento de los residuos sólidos y que los municipios actualicen e implementen sus (Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos) PGIRS y mejoren la recolección de los mismos en las zonas rurales, pero la solicitud no ha tenido eco político administrativo en Córdoba.
Los rellenos sanitarios, por mucha tecnología que incorporen siempre serán vecinos no deseados, no muy agradables. Sin embargo, son necesarios y si pretendemos alcanzar acuerdos entre diferentes sectores de comunidades para construir esta clase de infraestructuras, entonces nos veremos a la vuelta de los años atorados de basuras y un grupo de mandatarios en serios líos con la Procuraduría.
En este caso las decisiones tienen que ser más técnicas que políticas. Una cosa es socializar y otra concertar. Las soluciones a problemas sanitarios y ambientales como el de las basuras, se deben implementar bajo la normatividad vigente y edificar sobre bases jurídicas sólidas, y ello implica respetar comunidades asentadas en los entornos de esas infraestructuras; pero sin someterse a caprichos e intereses divorciados del interés general.