En lo que lleva el mes de diciembre, el Instituto Nacional de Salud (INS) ha realizado una vigilancia intensificada de las personas lesionadas por manipular pólvora. El conteo va en 102 menores y 169 adultos quemados.
Cifra que no muestra una disminución importante a pesar de los esfuerzos y campañas de prevención que han realizado en el territorio nacional las autoridades y el Ministerio de Salud.
Los llamados totes siguen siendo uno de los artefactos más peligrosos pues causan una de cada tres lesiones. También se encuentran los cohetes, los voladores, los volcanes y las luces de Bengala.
El problema de utilizar estos artefactos no solo radica en las quemaduras, sino en contusiones, amputaciones y lesiones oculares o auditivas. Lo que preocupa tanto al Ministerio de Salud como al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar porque las cifras no dejan de aumentar en las diferentes regiones del país.
Por otro lado, tiene en alarma a las directivas del ICBF que el 7% de los menores lesionados por pólvora en esta temporada decembrina estuvieran en compañía de un adulto bajo los efectos del alcohol. Razón por la cual pidió a las autoridades adoptar medidas severas para disminuir el problema.
Tenemos todavía dos fechas muy importantes el 24 y el 31 de diciembre; por lo tanto el llamado es a que los padres de familia sigan alejando a los niños y adolescentes de todos estos artículos pirotécnicos”, enfatizó Juliana Pungiluppi, directora del ICBF.
Se espera que este año las cifras disminuyan frente a las 625 personas quemadas por pólvora en el 2018. Principalmente en los departamentos del Valle del Cauca, Antioquia, Atlántico, Cauca, Cundinamarca y Bogotá, puesto que, son las zonas en las que mayor número de víctimas se han registrado en años pasados.
Tomado de: Kienyke.com