Sami Spath Storino fue, sin duda, el mejor amigo y socio que tuvo el exgobernador y ahora garganta profunda de la DEA, Alejandro Lyons, en el saqueo a manos llenas del presupuesto del departamento de Córdoba. Spath fungía cómo asesor jurídico del gobernador y desde septiembre de 2016, cuando poco se hablaba de la corrupción en ese departamento, desde el portal Las2Orillas se denunció su sociedad con el gobernador y su rol en la telaraña de corrupción que configuró lo que hoy se conoce como el Cartel de la Hemofilia y que ha derivado en el descubrimiento del denominado ‘Cartel de la toga’.

Spath tenía relación con dos de las IPS que sirvieron de engranaje para el Cartel de la Hemofilia y además fue el cerebro de toda la operación para apropiarse de más de $44 mil millones de pesos a través de cuentas de pacientes inexistentes. El pasado 14 de octubre la Revista Semana siguió la pista de lo publicado por el director de El Expediente Gustavo Rugeles hace más de un año en Las2Orillas y dio detalles de la participación de Sami Spath en el entramado de corrupción en un articulo titulado ‘El hombre de las tulas’.

Pero hay nuevos elementos. Un episodio del pasado, hasta ahora desconocido, explica la cercanía entre Alejandro Lyons y Sami Spath Storino. Cuando eran compañeros del colegio La Salle en Montería una tragedia les cambió la vida para siempre y sirvió para que naciera una amistad que perduró durante años pero que está a punto de romperse por las declaraciones de Lyons en Estados Unidos en las que involucra a un amigo leal que un día le salvó su libertad.

Los dos se transportaban en un vehículo de propiedad de Lyons después de departir unos tragos a la salida del colegio. Alejandro Lyons estaba pasado de tragos y la velocidad los llevó a cometer un crimen: dos personas perdieron la vida al terminar arrolladas por el vehículo que conducía el joven Lyons.

Su copiloto Sami Sapath no había ingerido la misma cantidad de licor y en un gesto de amistad decidió asumir la culpa de la tragedia. Lyons nunca fue procesado por ese delito mientras que Spath si concurrió ante la justicia y alcanzó a estar detenido durante un par de años por este caso. La historia es conocida en Montería pero ha quedado en el olvido ante la gravedad de los hechos recientes, como el robo del 100% del presupuesto y el asesinato del director de Regalías Jairo Zapa, casos han enterrado otros hechos del pasado pero que son claves para entender el ajedrez que que se juega Alejandro Lyons como testigo estrella de la DEA en el mayor escándalo de corrupción en la historia de Colombia.

Con textos> de  elexpediente.co