El modelo de turismo caracterizado por la dinámica de la competitividad y del mercado ha generado múltiples problemáticas en el territorio.
La disminución del ecosistema de manglar en la franja costera del Golfo de Morrosquillo, reducción de las áreas de bosque y cultivos y el incremento de nuevos usos e infraestructuras para el turismo, como hoteles y cabañas hoy son la realidad de la zona de Tolú, Sucre.
Esta compleja situación fue evidenciada por el instituto Geográfico Agustín Codazzi, buscando revalorar la importancia ambiental debido a la presencia de los manglares, por los cuales se han visto amenazados por el continuo crecimiento urbano.
El hallazgo se determinó luego de la realización de un estudio multitemporal de aerofotografías de 1968, 1989, 2003, 2005 e imágenes de satélite del año 2013, que evidencian el crecimiento no planificado del turismo en el municipio.
Está información fue dada a conocer durante el VII Congreso Iberoamericano de Estudios Territoriales y Ambientales, donde el IGAC hace presencia con la ponencia: turismo, ambiente y territorio: el caso de Tolú (Sucre), presentada por Luz Ángela Castro de la Subdirección de Geografía y Cartografía y Carlos Andrés Franco del Centro de estudios, CIAF.
El IGAC analizó los cambios espaciales y las problemáticas ambientales que se presentan en el municipio de Tolú (Sucre, Colombia) por el turismo, específicamente por la fragmentación territorial y la afectación ambiental.
El turismo tiene un alto grado de espacialidad reflejada por las interacciones de los actores que de este participan y que se relacionan tanto en diferentes escalas -a nivel global o local-, como en diversas acciones sociales, económicas, culturales y ambientales.
“El modelo de turismo masivo caracterizado por la dinámica de la competitividad y del mercado ha generado múltiples problemáticas en el territorio. Así, bajo la lógica de globalización del capital económico y cultural, algunos actores del turismo asumen los recursos naturales y culturales como elementos claves para el desarrollo económico y de esta manera, muchos países están invirtiendo grandes capitales en servicios e infraestructuras con el fin de responder a las expectativas de los turistas, desconociendo las necesidades de los residentes locales”, señala el estudio del IGAC.