Durante un debate de control político en la Plenaria del Senado, el senador Antonio Correa, lanzó un campanazo de alerta por los efectos negativos que para el bolsillo de los usuarios del gas natural, tendría la decisión de importar gas de Venezuela o de otras naciones que hagan parte del mercado internacional del insumo.

Según señaló el congresista, “la importación de gas afecta principalmente al colombiano común, a la ama de casa, al emprendedor, a los más humildes. Se enriquece el monopolio perverso de los transportadores de gas que son los mismos que lo están importando”.

Sostuvo que la importación de gas “implica una dependencia energética de otro país. Se pierden regalías por explotación del subsuelo derechos económicos, empleos pues las regasificadoras no requiere mucha cantidad de trabajadores”.

Correa dijo que “por un lado no se escatiman esfuerzos para importar gas y traer regasificadoras a unos precios que son un total misterio y por el otro, lanzan una ronda para subastar 15 bloques en la cuenca Sinú San Jacinto en 5 departamentos con una inversión de 300 millones de dólares por parte de los interesados, pero quién se va a interesar si la regulación va encaminada a favorecer la importación de gas y las regasificadoras, es decir a quienes hoy siguen ostentando el monopolio de la integración vertical desde el transporte hasta la distribución y ahora también como dueños del gas importado”.

El legislador aseveró además que “es inadmisible que Colombia esté entregado a un monopolio que en virtud a una Resolución de la CREG de 1996 y a un posterior pronunciamiento de la Corte Constitucional en 1997, la primera prohibiendo la integración vertical y la segunda reconociendo derechos adquiridos pero no deberes a las empresas que hasta esa fecha tenían tal situación, no solo dichas compañías son las que llevan imponiendo las reglas del mercado, desde hace años, en cuanto al transporte del gas, sino que ahora, una de ellas, como dueña del 51%, la regasificadora de Cartagena también se apropiará de la importación del gas”.

Insistió en que “en los últimos tres años, la producción local de gas generó 2.3 billones de pesos en regalías; participación que dejará de percibir el país, así como derechos económicos, empleos, impuestos, si se continúa priorizando la importación de gas y no la regulación que se requiere para limitar la integración vertical, del mal denominado transportador incumbente que se está quedando con el 65% del 100% del costo del gas”

Insistió en que “en los últimos tres años, la producción local de gas generó 2.3 billones de pesos en regalías; participación que dejará de percibir el país, así como derechos económicos, empleos, impuestos, si se continúa priorizando la importación de gas y no la regulación que se requiere para limitar la integración vertical, del mal denominado transportador incumbente que se está quedando con el 65% del 100% del costo del gas”.

El Legislador expuso en el debate que, además de los problemas estructurales de la gestión y planificación de la política del gas en Colombia, “en la actualidad se presenta otro problema que aqueja a los usuarios del gas e impacta directamente en los bolsillos”.

Dijo que en el país existen alrededor de 25 distribuidoras de gas natural siendo 11 de ellas las más grandes, y estas concentran cerca del 70% de los usuarios del país. Adicionalmente en Colombia hay aproximadamente 8 millones de usuarios de gas natural. Mensualmente se realizan cerca de 120.000 revisiones periódicas y nuevas (sin contar comerciales e industria).