Poco a poco se van atando los cabos sueltos existentes por el macabro asesinato del ganadero Esteban Rafael Urueta González, y de los administradores de finca Fredy Beleño Acosta y Gerardo Marzola Coronado. Los tres fueron ultimados con arma contundente en el corregimiento Carolina, municipio de Chimá.
El hecho ocurrió el martes 10 de septiembre de 2024, en la propia finca de Urueta González en zona aledaña a la Ciénaga Grande del Bajo Sinú. Antes se había informado de un predio en Rabolargo, Cereté y luego de otro en Bellavista, Ciénaga de Oro.
El ganadero con sus trabajadores había llegado a la finca con el propósito de hacer un inventario de un ganado, pues que había tenido informaciones de que hacían falta varias cabezas de los semovientes vacunos que estaban en el lugar.
Los hombres llegaron con hambre a ese sitio, por lo que Urueta decidió salir a comprar pollo para alimentarse él, y sus compañeros. Estos últimos quedaron en el mencionado predio.
Sin embargo, el socio de Urueta, Cristian Petro Almanza, junto a Juan Soto Garcés, tenían preparada una acción macabra para atentar contra los visitantes. Fue así como se llevaron a un lado del predio a los dos empleados y procedieron a propinarles golpes hasta asesinarlos.
Cuando el ganadero Urueta volvió a la finca y preguntó por los compañeros, los maleantes le dijeron que estaban por ahí. De inmediato la emprendieron contra el ganadero e hicieron lo mismo que habían realizado con los dos trabajadores.
Los cuerpos sin vida fueron sepultados por los criminales en una fosa común, en un predio de Carolina, que Juan Soto Garcés tenía arrendado. Carolina queda en zona de la ciénaga Grande del Bajo Sinú. Los cuerpos de los dos empleados habrían sido incinerados.
En ese sitio fueron descubiertos los cadáveres en estado de descomposición. Las tareas de exhumación las realizó el CTI de la Fiscalía de Medellín, con el apoyo de los Gaulas de la Policía y del Ejército de esta sección del país.
Los restos mortales los enviaron a Medicina Legal en la ciudad de Medellín para realizar las pruebas de ADN (Ácido desoxirribonucleico). Lo anterior se hizo debido a que la ciencia forense, en esa ciudad, se halla más adelantada.
Algunos especialistas en estos casos consideran que, por lo dispendioso del caso, podría demorarse unos 90 días. Pero si hay agilización por la importancia del asunto, en un mes se podrían conocer las mencionadas pruebas de ADN.
Ante el temor y las consecuencias que puede traer el hecho por haber cometido semejante delito, los hombres se entregaron al Gaula de la Policía. Aunque la institución en todo momento negó esa versión.
En algunos medios circuló otra versión que la policía se había hecho pasar por un grupo paramilitar, para poder llevar a cabo la acción de retener a los dos sospechosos de haber cometido el triple crimen.
Los presuntos homicidas, Cristian Petro y Juan Soto, fueron dejados en libertad en la tarde del viernes 13 de septiembre, porque no fueron expedidas las órdenes de captura.
Ahora, la Gobernación de Córdoba ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos para quien suministre informe que conduzcan a localizar y capturar a los dos sujetos. En algunos medios se comenta que una tercera persona estaría involucrada en el macabro hecho.