Por; Giovanni Argel Fuentes.
Preludio: Descripción situacional económica de Colombia, Córdoba y Montería. Marzo 2020.
Una recesión económica es una reducción, pérdida o desmejoramiento generalizado (suave o abrupto) de las distintas actividades económicas de un país o región. Esta disminución se mide tradicionalmente a través de las variaciones negativas, relativas y absolutas, que experimente el Producto Interno Bruto Real (PIBr) en el período de análisis. Se estima que el período necesario para evaluar si se ha iniciado una recesión, de manera empírica, son dos trimestres consecutivos.
Algunas causas que provocan recesión son la sobreproducción, la contracción y reducción sistemática del consumo por escasez de la demanda, la carencia de innovación tecnológica, reducida formación de nuevo capital, alto desempleo, baja liquidez (iliquidez), Inflación creciente y progresiva, corrupción política y económica y las pandemias generadoras de crisis sanitarias.
Realizando este análisis se anuncia por parte del gobierno nacional colombiano, el alargamiento del confinamiento social preventivo hasta el 27 de Abril de 2020, tiempo aún prudente en el marco de la resistencia al inicio del ciclo recesivo y de hecho una medida estudiada y ajustada para la sociedad en estos momentos.
Sin embargo alarga el sufrimiento del empresariado y los trabajadores informales. Entiéndase que ante este inicio del ciclo, el país y las regiones, se ubican en una posición incierta frente a la escasez de productos importados, de la misma forma ante el apremiante aumento del gasto público, igualmente frente a la pérdida de rentabilidad y masa monetaria con respecto a la oferta y venta de títulos de tesorería-TES, con el fin de obtener liquidez. En fin, una incertidumbre en general, frente al aumento inflacionario, la pobreza, el desempleo, el bajo crecimiento y el posible incremento a futuro del endeudamiento externo y a su vez ante el agotamiento de los fondos especiales (Fogafin, Solidaridad Social y Fonpet).
En el marco de este panorama, veamos el comportamiento, no solo estadístico sino analítico, de tres (3) variables incidentes en la ruta que dirige hacia esta recesión incontrolable.
*1. Inflación: carestía evolutiva.*
Según el DANE, a 31 de Marzo de 2020, la Inflación en Colombia se ubicó en 0.57%. Inflación anual, 3.86%, (Marzo/19 a Marzo/20). Se experimentó un aumento desmedido de precios específicamente en Alimentos y bebidas no Alcohólicas, tomates, cebollas, frutas cítricas, arroz, papa y otros tubérculos como hortalizas.
En Córdoba y Montería, según Dane, Inflación a Marzo 2020, 0.60%, se ubicó 0.3 puntos básicos por encima de la inflación del país. El mayor aporte a la variación mensual la hacen los alimentos y bebidas no alcohólicas, 1.86%. Se observa un incremento frente a febrero/20 en 0.85 puntos básicos, se encontraba en 1.01%.
Se evidencia lo esperado, especulación por un lado y aumento de precios de productos importados o de materias primas con elementos o sustancias importadas, por otro. Esto último a raíz de la volatilidad de la tasa de cambio colombiana recientemente muy crítica.
Según Fedesarrollo «se espera que los dos choques (Disminución de los precios del Petroleo y la Volatilidad de la Tasa de Cambio junto a la pandemia) afectarán el consumo de los hogares, reduciendo su crecimiento a 1,0% real anual en el escenario medio (3,5 puntos porcentuales-pps por debajo del escenario que había construido en Prospectiva inicialmente (4,5 %)». Fedesarrollo, Marzo 2020.
Córdoba y Montería experimentarán la misma contracción y quizás más fuerte, por debajo del 1%, es decir una mayor reducción frente al pronóstico de -3.5%, previendo la alta informalidad en esta región, tal como lo indicaremos en líneas más adelante.
De hecho la contracción de la demanda y el cierre de las empresas y distintos negocios sigue en avanzada en Montería y el departamento. Informes de la Cámara de Comercio de Montería indican que 11.086 establecimientos comerciales de la ciudad están cerrados (68%) y el 100% de los negocios nocturnos, recreación, esparcimiento y de entretenimiento (bares, hoteles, hostales, casinos, parques temáticos, etc) igual ocurre algunos restaurantes y Negocios de ventas de comidas preparadas, talleres, peluquerías, librerías, Instituciones educativas de educación formal y para el trabajo y desarrollo humano, inmobiliarias, entre otras.
Las 5.226 empresas que hoy siguen funcionando en esta ciudad (32%) y parte del departamento, tienen los días contados para dejar las operaciones. No aguantarán un mes más de cuarentena, especialmente las industrias manufactureras, almacenes de repuestos de motos y vehículos tanto nuevos como usados, entre otros. La recesión es inminente.
*2. El Desempleo: Dinámica crítica.*
La Tasa de Desempleo en Colombia a Marzo 31 de 2020 se ubica en 12.2%.
Inflación y desempleo, fenómenos crecientes y progresivos. Es de aclarar y resaltar, en estas cifras, que aún no está incluido el impacto estructural del Covid-19 para el país y las regiones.
Para Montería la Tasa de Desempleo se ubica en 12.8%, alta en el ciclo y moderadamente creciente para el futuro. Era 12.6% en trimestre móvil (Dic/19 a Feb/20). Lo preocupante es, laTasa de Subempleo Subjetivo (informalidad simple sin reporte laboral y sin gestión), 19.5%. (35.000 personas), creciente, frente al mismo trimestre móvil de Dic/19 a Feb/20 que fue 18.2% (32.000 personas).
Igualmente el Subempleo Objetivo para esta ciudad, 10% (18.000 personas, es la informalidad reportada y gestión para cambio de ingresos), todo ello para Marzo 2020. Para el trimestre que comparamos fue 8.8% (16.000 personas). Es evidente el crecimiento del desempleo, del trabajo indigno y de la informalidad en la ciudad y el departamento en los últimos 4 meses.
Nuevamente téngase presente que no se ha presentado con fuerza el coletazo del aislamiento social preventivo obligatorio y el cierre empresarial como de mercados que inició a las cero horas del 25 de Marzo (Decreto 457 de 23 de Marzo de 2020), producto de la declaratoria de Emergencia Social, Económica y Ecológica definida por el gobierno nacional. Las cifras no contemplan esta variable exógena, hasta el momento.
Ahora bien, otra preocupación es el desempleo de la población discapacitada o con dificultades motriciales, sensoriales y cognitivas para laborar. Es una desocupación creciente y no se ha dispuesto política alguna, ni antes y mucho menos ahora en esta crisis. En los detalles del Censo Nacional, según el Dane, esta población en Colombia, asciende a 3.065.361 habitantes, de un total de 42.786.766, es decir, representan el 7,16% de los colombianos.
El 54.1% son mujeres y la mayoría, es decir el 58,5 % está entre los 15 y los 64 años de edad. De este segmento de edad el 31,4% son mujeres y el 27,1 % hombres.
La tasa de desempleo de la población discapacitada en edad de trabajar y económicamente activa se ubica en su segmento poblacional en el 6.9%. Véase la dinámica del desempleo en esta población en Colombia a través de las siguientes cifras:
De acuerdo con las estadísticas del Dane, el 26,7% dijo que trabajó por lo menos una hora en una actividad que le generó algún ingreso; un 25,4 % realizó oficios en el hogar; 16,4 % estaba incapacitado de manera permanente para trabajar; 8,7% vivía de una jubilación, pensión o alguna renta. Un 8,2 % manifestó que estaba en otra situación distinta a las anteriores; 7,7 % ocupaba parte de su tiempo en algún estudio; _3, 5 % buscó trabajo; 2,6 % no trabajaba en ese momento pero había tenido un empleo o negocio por el que recibía algún ingreso, y 0,8 % trabajó o ayudó en algún negocio pero sin pago._
*3. Pobreza, perspectiva de incremento y el mal derivado.*
La Pobreza Multidimensional en 2018 fue 19,6% para el total nacional. Igualmente la pobreza monetaria fue 27,0% y la pobreza extrema se ubicó en 7,2%.
Para el departamento de Córdoba las cifras muestran el 36.7% de incidencia de la Pobreza Multidimensional, 51.9% Pobreza Rural y 11.1% de pobreza Extrema y/o Severidad de la pobreza consolidada. Igual que la Inflación y el Desempleo, cálculos sin el impacto pandémico a 31 de Marzo de 2020.
Lo anterior evidencia la notable desigualdad que posee el país y en particular Córdoba y Montería. Es de anotar que mientras más desigual sea un país o una región, los grupos más vulnerables soportarán el peso de las repercusiones económicas de la pandemia y dispondrán de menos recursos para combatirla. Por ello es importante prestar fuerte atención a poblaciones como la rural, centros poblacionales dispersos, amas de casa cabezas de hogar, discapacitados y trabajadores informales sin vinculación laboral permanente.
Es necesario actuar de manera urgente, hemos propuesto medidas para construir un Plan de Control y Reactivación Económica como también en lo Político Institucional de carácter regional, desde la Universidad de Córdoba. El dilema no es la economía o la salud, la prioridad son los dos. Las medidas económicas son para soportar la salubridad en plena emergencia. Pero es necesario visionar el futuro de estas variables y suavizar su impacto en el país y sus regiones.
(*) Profesor Titular. Decano Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Administrativas. Universidad de Córdoba. Colombia.