Tw: MigueGonzalez28
Pag Fb: MiguelGonzalezAbogado.
A escasos meses de que se reabra el proceso electoral para escoger a los nuevos congresistas del país, es necesario que nuevamente nos pongamos en la tarea de revisar las hojas de vida, trayectoria pública e historia con la justicia de los nuevos aspirantes, eso permite de una u otra forma analizar con cabeza fría quienes ameritan que depositemos en ellos nuestro voto de confianza, para que después no terminemos arrepintiéndonos de haber escogido lo mismo. Aunque sinceramente si escogemos un aspirante nuevo, la ilusión de que haga una buena labor legislativa no se permea, esa ilusión – tentativa inicialmente – es mejor que la resignación que genera el saber que si llegan los mismos, se repetirá sucesivamente la mala labor que han desarrollado. Sin embargo, sería irresponsable de mi parte decir que todos los congresistas que actualmente están en el congreso han hecho una mala labor, por el contrario, y lo digo con mucha franqueza, existen senadores y representantes que merecen continuar con la lucha legislativa. Diferente a la regla general, han sido la excepción, pero bueno, ese acto mantiene vivo el sueño de saber que, posiblemente, algún día esos que hacen una buena labor contagien a los que van a dormir o calentar silla.
Pero bueno, esta columna va dedicada a esos que han hecho durante un tiempo prolongado una mala labor legislativa, que no asisten al congreso, fallan a las sesiones, pero que además se olvidan de sus regiones por completo, a esos, es necesario “pasarles factura”. Y cuando me refiero al termino “pasarles factura”, es que no recaigamos en esa pésima práctica de escoger a los que más dinero tienen para las campañas, a quienes pomposamente hacen las mejores fiestas, hoy más que nunca, es necesario escoger personas preparadas, serias, diferentes y lejanas de la politiquería. Hoy, TODOS estamos en la ineludible necesidad de castigar a los políticos que quieren llegar nuevamente al congreso, prometiendo el cielo y la tierra, pero que cuando tuvieron la oportunidad de trabajar por sus regiones, decidieron olvidarse de ellas, desconocer a su gente y dedicarse a llenar sus bolsillos.
Ahora, no podemos castigar a los que quieren repetir una curul en el congreso, pero que han hecho una labor sería, responsable y admirable, es necesario castigar con el voto a los que quiere repetir, pero se ha dedicado a hacer una labor pésima, y para eso, es obligatorio que ponderemos, quienes son los nuevos aspirantes y los repitentes, para que en un acto de conciencia y franqueza, votemos por los intereses generales de la sociedad más que por el interés particular, recordemos que al final, quien termina pagando los platos rotos, es el pueblo.