En los últimos días se han conocido detalles del asesinato en medio de una riña en Bogotá de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector general de la Policía colombiana, el tercero en la línea de mando de esa institución.
Precisamente, esta semana Katherine Sotelo, madre de la niña de ocho años que supuestamente era contactada en redes sociales por Juan Felipe Rincón, l relató a la emisora W Radio que no estaba enterada de que su hija tenía una cuenta de Instagram mediante la cual se comunicaba con el joven en su celular.
«Me di cuenta porque la noto nerviosa, le quito el celular y leí todas las barbaridades que le decía Juan Felipe. Mi hija dice que se habla con él hace apenas unos tres o cuatro días» y que Juan Felipe juega con ella un desafío llamado ‘verdad o reto’, afirmó.
Según la mujer, en las conversaciones el joven le pide a la niña «fotos de su vagina» y la menor le dice que se las manda pero con un emoticono y agrega que, al parecer, Rincón «le había enviado fotos de sus partes íntimas» a su hija.
Por eso lo citaron el domingo, haciéndole creer que era la niña, según Sotelo.
«Nosotros no queríamos matar a un muchacho porque a nadie se le desea la muerte, yo quería era hablar con él, tal vez cachetearlo porque eso no se hace, pero jamás íbamos a saber que llegaría con un policía que no estaba en sus cinco sentidos, que estaba drogado y que todo se iba a tornar así, que él mismo mató al que tenía que defender, él mismo baleó a mi hermano», agregó la mujer a la emisora.
Por su parte, la madre de Rincón, Dina Morales, dijo esta semana en conversación con Noticias Caracol que en mayo pasado su hijo había denunciado la suplantación de uno de sus perfiles en redes sociales y afirmó que al joven le tendieron una trampa.
«Si ellos dicen que lo querían confrontar, a mí me parece que eso es mentira, porque si yo voy a confrontar a alguien, por más rabia que tenga, no me voy armada, para mí todo esto es una mentira, a mi hijo le pusieron una trampa. ¿Con qué fin? No lo sé», dijo.
Sobre la posibilidad de que haya sido el propio escolta quien le propinó el disparo a su hijo en su afán por protegerlo durante la riña, Morales asegura que Rico siempre lo cuidó y que considera esa posibilidad «una hipótesis y una mentira».
El crimen ha causado conmoción e indignación no solo por el asesinato sino también por supuestos actos de pederastia de la víctima que al parecer tenía una relación amorosa con una menor de 15 años a la que había contactado por redes sociales donde también hablaba, supuestamente, con otra niña de ocho años.