Con poco más de 110 mil votos, la cordobesa Sara Elena Piedrahita Lyons se convirtió en 2014 en la representante más votada del país. Con votación sólo en su departamento, sacó más apoyos que el total de lo que alcanzaron senadores poderosos como los barranquilleros Arturo Char y José David Name. Lo logró a sus 25 años y sin contar con ninguna experiencia previa en política.

Su éxito vertiginoso y sorprendente la convirtió enseguida en la comidilla de los corrillos políticos locales, en donde nadie encontró una explicación distinta a que detrás de la primípara congresista de La U estuvo todo el músculo financiero y político de su primo, el entonces gobernador y hoy confeso ladrón de las arcas de Córdoba: Alejandro Lyons Muskus.

Efectivamente, el grupo de Lyons fue el que puso a Sara al Congreso. Esa candidatura selló el grito de independencia que ese mandatario dio frente a los llamados Ñoños (los entonces poderosos senadores de La U Bernardo ‘el Ñoño’ Elías y Musa Besaile), quienes llevaron a Lyons al poder y luego vieron cómo éste les ponía competencia con grupo político propio.

En aquellas legislativas, Lyons no votó con los Ñoños, sino que apostó con su prima a la Cámara y con Martín Morales, también de La U, a Senado (Morales era la carta de la investigada exsenadora de La U Zulema Jattin, resultó elegido, pero luego perdió su curul tras ser capturado por narcotráfico, homicidio y relaciones con los paramilitares. Su caso está en etapa de juicio).

Ahora, Sara Piedrahita Lyons quiere repetir silla en el Congreso, mientras su primo desde Estados Unidos confiesa sus delitos y, aparentemente, se compromete a colaborar delatando a los aliados que tuvo en uno de los peores desfalcos de la historia de Córdoba.

Los Ñoños, como se sabe, están tras las rejas (el Ñoño por el caso Odebrecht y Musa por el llamado cartel de la toga) y sus respectivos grupos también buscan elegir sus herederos en estas legislativas.

Con una diferencia frente a Lyons: mientras, como lo contamos, los Ñoños se están viendo a gatas para lograrlo, Sara Piedrahita va con una campaña fuerte, que evidencia su músculo económico con gran publicidad y llenando plaza en casi todos los municipios, y cuenta con los grupos de al menos siete de las 30 alcaldías del departamento.

Tomado de: lasillavacia.com