Este viernes, el presidente Gustavo Petro aceptó la renuncia de Carlos Ramón González como la cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) por el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). En la misiva en la que informa al mandatario de su retiro del cargo, González señaló que su mantenimiento en el cargo era “políticamente insostenible e incompatible con cualquier investigación”.

«He considerado separarme del cargo para tranquilidad de los investigadores y de la opinión pública”, se lee en el texto.

González apuntó que se ha “jugado la vida por este proyecto” político y “jamás atentaría contra él”. Le escribió al presidente que está convencido de que, “a través del gobierno del cambio que [Petro] con sabiduría lidera, seguiremos avanzando hacia la democracia y la paz de Colombia”.

“Agradezco la oportunidad de acompañarlo durante este espacio de tiempo, en este sueño que hemos compartido por muchos años”, escribió.

El ahora exdirector de la DNI sale de su puesto en medio de señalamientos de haber sido quien dio la orden para enviar dinero a los presidentes de Cámara de Representantes, Andrés Calle, y Senado, Iván Name, para que favorecieran las reformas del presidente.

González había ido al Congreso en la pasada legislatura a un debate de control político, pero por el tema de las chuzadas a magistrados de las altas cortes. En ese momento, aseguró que el Gobierno nunca le había dado una directiva relacionada con esos temas, algo que el mismo jefe de Estado había prohibido en su ascenso al poder, pero que haría una investigación en la entidad para averiguar si los togados estaban siendo interceptados.