Un total de 611 indígenas Emberá-Katío se desplazó de zonas dispersas de su territorio a los centros poblados de Nejondó y Koredó, en el municipio de Tierralta, debido a operaciones del Ejército, desde el 7 de enero del presente año, contra un grupo armado ilegal existente en el sector.

La información fue entregada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) tras precisar que los desplazamientos se registran desde el 8 de enero de 2025, en esa parte del Parque Nacional Paramillo.

“En el territorio hay escenarios de riesgo por reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, violencias basadas en género y restricciones a la movilidad que afectan los medios de vida y la dignidad de las comunidades indígenas Emberá-Katío”, dice la entidad.

Plantea la entidad internacional que, ante esa situación, es necesario implementar medidas de protección a reclutamiento de menores, dadas las restricciones a la movilidad y a los mecanismos de afrontamientos negativos adoptados por las comunidades.

Apoyo en el fortalecimiento de medidas de autoprotección con base en las potencialidades de las comunidades indígenas, que priorizan la atención en apoyo sicosocial con enfoque étnico a través de jornadas de primeros auxilios psicológicos que faciliten los procesos de resiliencia y dejen capacidad instalada, creando un ambiente protector.

Asimismo, indica que se requiere asistencia alimentaria inmediata a través kits de alimentos para los 611 aborígenes. Los kits deben cubrir los requerimientos nutricionales mínimos considerando las necesidades específicas de grupos en situación de vulnerabilidad con enfoque diferencial étnico para los 611 aborígenes

Desde 2022, las comunidades del Resguardo Indígena Emberá-Katío del Alto Sinú enfrenta diversas afectaciones por desplazamientos forzados, restricciones a la movilidad y amenazas, las cuales permanecen invisibilizadas.

Y permanecen invisibilizadas por el temor a declarar, debido a posibles represalias del Grupo Armado no Estatal que hace presencia en la zona. Esta situación agrava las necesidades humanitarias y aumenta los riesgos para más de 12.000 personas nativas en todo el resguardo.

Como antecedente, la Ocha también precisa que, en 2024, 1.008 personas (216 familias) de las comunidades de esta zona indígena sobre el río Sinú, estuvieron confinadas tras un combate, lo que evidencia que en la zona se materializan acciones que afectan a la población civil del pueblo Emberá-Katío.