Foto: Presidencia de la República

 

A Milena Tapias, propietaria de una tienda en Crucito, la llegada de la energía también le significó un cambio en su vida. 

La humilde casa, de tejas de zinc y paredes rústicas, mantenía las huellas de las velas que alumbraban las oscuras noches de la vereda Crucito, en el municipio de Tierralta (Córdoba). Allí, don Luis cuenta que “antes vivíamos aquí en tinieblas, no teníamos luces, no teníamos nada, nos alumbrábamos era con velitas –cuando teníamos cómo comprar las velitas–“. 

Sin embargo, con la instalación de los paneles solares individuales, la historia cambió. Un movimiento de su mano bastó para que la luz llegara a su hogar y terminara en un estrechón enérgico de manos con el Presidente Iván Duque Márquez, para celebrar la encendida de ese bombillo. 

“Ahora ha sido algo muy maravilloso”, comenta este padre de familia, que, con su cachucha negra, miraba con alegría cómo sus hijos sostenían y apagaban las velas que, durante años, fueron su fuente de luz.

Como don Luis, en 2019 más de 16 mil familias prendieron, por primera vez, los bombillos de sus hogares, y pudieron hacer uso de aparatos eléctricos. De hecho, el Presidente Duque siempre recuerda el momento en que una mujer, con lágrimas, le agradeció por recibir el servicio y le aseguró que “ahora, por primera vez, voy a poder refrigerar los alimentos”.

A Milena Tapias, propietaria de una tienda en Crucito, la llegada de la energía también le significó un cambio en su vida. “Nos han llegado estas plantas que han sido una bendición, porque ya todo el pueblo está iluminadito. Ya no se ve como se veía, como un desierto. Estamos muy contentos por este beneficio que nos ha llegado”, relata esta mujer trigueña y de sonrisa amable.

Fuente: Oficina de Prensa. Presidencia de la República.