7 ex trabajadores de la empresa han fallecido por causa de diferentes tipos de cáncer
Esta es la triste historia de quienes con sus manos ayudaron a producir riquezas a Cerro Matoso, pero hoy recogen resultados médicos que muestran el deterioro de su salud.
No son solo los indígenas quienes han sufrido en carne propia los estragos de la contaminación que produce Cerro Matoso, unos 60 ex trabajadores de la compañía luchan contra un conjunto de enfermedades que día a día minan su salud.
Llegaron hace 20 años a la mina con el sueño de tener una mejor calidad de vida y ahora luchan contra el cáncer, perforaciones del tabique, dermatitis severa, sordera, asma, trastornos de columna, estrés y patologías cardíacas; son los enfermos de Cerro Matoso, quienes acudieron a la justicia para exigir de la empresa una reparación.
Víctor Hugo Pineda trabajó hasta el 17 de marzo de 2013 en Cerro Matoso, sufre de una patología cardíaca debido a que durante su trabajo en la mina estuvo expuesto a las altas temperaturas. Sostiene que hay un estudio del año 98 de la universidad Eafit donde recomienda que quienes tienen pre existencias cardíacas no deben trabajar bajo altas temperaturas, algo que la empresa no prevenía, sostiene.
Antes de ingresar a la mina, nunca nos realizaron exámenes algunos para establecer posibles riesgos con nuestras labores, aseguró. Entre ese grupo de ex trabajadores 7 han fallecido por cáncer y los mismos aseguran que la enfermedad es producto de la exposición a sustancias cancerígenas como el níquel y sus componentes.
Dionisio Segundo Arroyo Calderón trabajo 21 años en Cerro Matoso, su último cargo lo desempeñó en la operación del horno, encargado del mantenimiento hasta el año 2003, fue indemnizado por problemas de columna, manguito rotador, daños en la piel y molestias respiratorias. “historias clínicas y exámenes médicos demuestran que las causas de estas enfermedades se derivan de la actividad en la mina”, afirma.
Luís Miguel Ochoa trabajó durante 25 años con la empresa hasta el año 2007, la cual debió abandonar por un problema respiratorio no especifico, algo que al momento de su salida Cerro Matoso no aclaró el tipo de problema, es decir “nunca me ordenaron un examen para establecer si el mal estaba relacionado con la exposición al níquel”, aduce.
“Tengo mi historia clínica tras exámenes con particulares en clínicas de Barranquilla y Medellín donde se establece que el problema es por la exposición al níquel, y a pesar de haber salido de la empresa hace 8 años, aún expulso níquel por la orina”, asegura.
Estoy tratando hace años que Cerro Matoso me diga exactamente cuál son esos problemas respiratorios no específicos, porque los mismos se deben a la presencia del níquel en mi cuerpo.
Esta es la triste historia de quienes con sus manos ayudaron a producir riquezas a Cerro Matoso, pero hoy recogen resultados médicos que muestran el deterioro de su salud.