*Marta Saenz Correa.

Llega diciembre y con él, un mes lleno de ilusiones, fantasía, y magia. Se acerca la Navidad, una gran fiesta sinónimo de paz, amor, reconciliación y unión familiar; una época para expresar nuestro cariño a los seres más queridos y compartir el mensaje de esperanza y solidaridad que nos trae el niño Dios.

El mejor regalo de Navidad es compartir las tradiciones en familia y transmitir la necesidad de dar y recibir amor, de alimentar el espíritu y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. La importancia de que los niños compartan la navidad en familia radica en las demostraciones de cariño y afecto, así como en los momentos inolvidables con sus seres queridos que los más pequeños esperan recibir. Estas demostraciones ayudan a fortalecer su identidad, estima y apreciación, y cultiva en ellos valores como la bondad, la generosidad, el amor, la amistad, así como la importancia que tiene ser agradecido con el resto de las personas que los rodean.

La navidad no solo radica en el hecho de dar y recibir regalos, también es un buen momento para motivar a sus hijos a pensar en los más necesitados y vulnerables, a ser solidarios y a compartir desinteresadamente; es una buena época para hablar de la pobreza y las necesidades de muchos otros niños, e involucrarlos en la responsabilidad de lograr entre todos un mundo mejor; un excelente momento para sacarlos del egocentrismo de su edad y llevarlos a imaginarse lo grande que es el mundo y lo pequeño que somos cada uno de nosotros.

Para comunicar a los niños el espíritu de la navidad, debemos hablarles de lo que significa ser buen compañero, amigo, persona, y miembro de familia; así como de los derechos de los demás, de la dignidad de las personas, de la igualdad, de la paz y del amor al prójimo. Además, trasmitirles a los más pequeños una actitud amorosa, generosa y alegre, y promover en ellos la necesidad de que ayudar a los demás, sin olvidar que todos necesitamos de todos. Es fundamental compartir los valores con los hijos y enseñarles que la felicidad no solo está en los obsequios y en los regalos materiales; lo primordial es disfrutar con alegría y espiritualidad de la familia.

Para fomentar la participación de sus hijos en esta festividad, lo más importante es el acompañamiento, el ejemplo y el fomento de actividades lúdicas y religiosas. Cuando un niño se involucra en la celebración, siente acercamiento y pertenencia hacia su grupo familiar y se fomenta en la su capacidad de socialización. Un niño que tiene la oportunidad de tener afecto socializa mejor y es más seguro de sí mismo.

PARA DESTACAR:

Navidad es hacer alguna pequeña cosa extra para alguien. Charles Schulz.