El senador Jorge Robledo, escogido por Cifras y Conceptos por cuarto año consecutivo como el mejor senador habló con el programa El Pulso del Tiempo y con La Ventana de Córdoba, sobre la crisis de servicios públicos en el Caribe y los problemas de la salud.

“La ley 100 de salud no es la ley para la salud de los colombianos, sino para el negocio de las EPS con la salud de los colombianos”

La Ventana. De nuevo es seleccionado cómo el mejor senador de Colombia, ¿Qué lectura le da a ese premio?

Jorge Robledo. Muy importante, es una encuesta de líderes de opinión y es supremamente grande, son como 2 o 3 mil personas entre periodistas, políticos, empresarios, organizaciones civiles, entonces ganarla por cuarto año consecutivo constituye para mí un honor y una responsabilidad y me compromete a seguir haciendo las cosas de la mejor manera.

LV. El mal servicio de Electricaribe ya es insostenible.

JR. Yo me defino como un cachaco con grandes afectos en la Costa Caribe y gracias a periodistas como Mauricio Castilla conozco y vivo muy pendiente de lo que allí pasa en salud, educación, en el agro y la industria, y vengo muy irritado desde hace ya bastante tiempo por todo ese desastre de Electricaribe con su mal servicio y abusos, así como los problemas con las empresas del gas.

Todas las empresas de servicios públicos vienen cometiendo un abuso sistemático contra los habitantes de esa región, y eso me molesta mucho, y hablo hasta dónde puedo, hago denuncias en la Comisión 5 del Senado, estoy en esa lucha, y más con los últimos sucesos, de esa tumbada que las generadoras de energía le han metido a Colombia, porque es inaceptables que después que les pagamos por anticipado una energía en el cargo de confiabilidad, ahora no nos respondan para atender la coyuntura actual.

Algunas termoeléctricas las apagaron y no tenemos a quien cobrarles, por que todos sus equipos están por leasing y no tienen sino deudas, estamos los colombianos muy irritados con la electricidad y con lo que está pasando con Electricaribe en la Costa Atlántica.

LA. Hablando de salud, dice usted que a gerentes de EPS los evalúan por ganancias y no por vidas salvadas.

JR. La ley 100 de salud no es la ley para la salud de los colombianos, sino para el negocio de las EPS con la salud de los colombianos, es decir que a una EPS le va bien, funciona bien de acuerdo con la ley, no cuando cura muchas personas y salva un gran número de vidas, sino cuando produce muchas utilidades y ganancias a sus propietarios; entonces al final del años cuando un gerente de una EPS le rinde cuenta a sus propietarios no les habla de vida salvadas, ni de enfermedades

curadas sino de cuanta ganancia produjo, y si no obtuvo buenos rendimientos se va, porque no cumple con el objetivo para lo cual fue construida esa empresa llamada EPS, el cual consistió en producir ganancias.

Así están funcionando las cosas y por ello el sistema de salud funciona tan mal, porque los recursos que les ingresan, que se supone son de la salud, se vuelven ganancias para los propietarios de esas EPS y al final esto se vuelve un negocio financiero, de banqueros, como de compañías de seguro

LV. ¿Le gusta el actual proceso de paz?

JR. Digamos que hay ciertas razones para ser optimistas, pareciera que nos estamos acercando ya al resto de decisiones finales, ya se habla inclusive de entrega de las armas y esto manda un mensaje de optimismo, también es verdad que estos son procesos complicados y que a veces sufren sus crisis, pero cuando ya se empieza a hablar de dejar las armas y que quienes las empuñan se puedan reintegrar a la vida civil, pues uno tiene que concluir que el tema va en buena dirección, porque un proceso de paz se trata es de eso, que cese la violencia, no más viudas y huérfanos, y es oportuno recordar que no se arreglaran todos los problemas, pero evitamos un derrame de sangre en los próximos años de la historia de Colombia y eso será algo positivo y pareciera que las coas se mueven en esa dirección.