El Centro Nacional de Huracanes, uno de los organismos más importantes a nivel mundial en materia meteorológica, emitió varias alarmas y advirtió lo que iba a pasar en Providencia y en San Andrés. Se prevé nuevo fenómeno tropical en el Caribe colombiano.
Con varios días de anticipación, el National Hurricane Center, NHC, de Estados Unidos, advirtió los estragos que podía generar en Centroamérica y Colombia el huracán Iota. Los pronósticos del organismo meteorológico se cumplieron casi con exactitud. Hoy, San Andrés padece el rigor del fenómeno natural y Providencia quedó destruida en medio de la incertidumbre de sus habitantes.
De esta pequeña isla y los cayos, solo salieron antes del desastre miembros de la Armada Nacional. Su población lo perdió todo. Según denunciaron sus habitantes, nadie los preparó para la tragedia, ni el gobierno local ni nacional que llegó a Providencia este martes en la tarde.
Entre tanto, el huracán avanza a Honduras y llegará a El Salvador el jueves. Allí, su presidente Nayib Bukele, comunicó al país que todo esta listo para afrontar la emergencia. Entregó alimentos, medicamentos, capacitó personal y se hizo el reforzamiento de infraestructura, entre otras medidas.
En Nicaragua, el paso del huracán dejó graves afectaciones, seis personas muertas, cientos de casas destruidas, aunque allí hubo evacuación previa de 63.000 personas que fueron ubicadas en albergues.
La Agencia de Periodismo Investigativo, API, revisó todos los reportes que días antes del huracán Iota produjo el NHC. Estos dan cuenta que las advertencias sobre lo que iba a pasar fueron múltiples y constantes. Por eso, desde ya se plantea un debate sobre la oportunidad y gestión del presidente Iván Duque y su equipo de gobierno ante el anunciado huracán.
El 13 de noviembre de 2020 a las 6 y 45 am se generó la primera alerta. “El NHC está monitoreando una amplia zona de baja presión sobre el Mar Caribe Central que probablemente se convierta en una depresión o tormenta tropical en la tarde de hoy o esta noche. Los interesados en Nicaragua y Honduras deben monitorear el progreso de este sistema”.
Ese mismo día, a las 9 y 54 am señaló: “Depresión tropical #Thirty – una advertencia: nuevas formas de depresión tropical en el Mar Caribe Central. Se espera que se fortalezcan y se acerque a Centroamérica como huracán a principios de la próxima semana.
Cuatro horas después, a las 13 y 53 pm Iota recibió su nombre y se estableció su ruta. “Tormenta Tropical #Iota se ha formado en el Mar Caribe. Los interesados en Nicaragua y Honduras deben monitorear de cerca su progreso, aquí están los mensajes clave de las 4: 00 pm” y adicionó el NHC: “Se espera que Iota se fortalezca y sea un gran huracán cuando se acerque a la costa de Centroamérica. Existe el riesgo de vientos peligrosos, marejadas ciclónicas e impactos de lluvia en los puertos de Nicaragua y Honduras a partir del domingo por la noche o temprano en la mañana del lunes en la noche”.
El NHC advirtió que hasta el viernes por la mañana las fuertes lluvias de Iota podían provocar inundaciones repentinas e inundaciones de ríos, potencialmente mortales en puertos de Haití, Jamaica y América Central, aseguró el organismo meteorológico de Estados Unidos.
Al día siguiente, vino la advertencia precisa para Colombia. El 14 de noviembre a las 10 y 44 am se realizó el siguiente reporte: “Se han emitido avisos de tormenta tropical para las islas de San Andrés y Providencia antes de #Iota. Es probable que se emitan alarmas para una parte de las costas de Nicaragua y Honduras en la tarde de hoy. Además de la amenaza del tiempo también es probable que haya impacto de marejadas ciclónicas y lluvias”. Posteriormente, a las 9 y 44 pm, el NHS advirtió: “Tormenta tropical Iota es casi un huracán. Aquí están los mensajes clave del aviso de las 10 pm este”.
Habitantes de Providencia enviaron mensajes a sus familiares.
En efecto, la primera clave de la entidad fue precisa: “Se espera que Iota se intensifique y sea un gran huracán cuando se acerque a la costa de Centroamérica. Se emitió una advertencia de huracán para una parte de la costa de Nicaragua y Honduras, se esperan condiciones de huracán y una peligrosa marejada ciclónica a partir del lunes”.
Una segunda clave hizo otra alusión directa a Colombia: “Se esperan condiciones de huracán y es posible que los impactos de las marejadas ciclónicas en Providencia comiencen la noche del domingo. Se esperan condiciones de tormenta tropical y condiciones de huracán el domingo en la noche en San Andrés”.
La tercera clave indicó: “Hasta el jueves, las fuertes lluvias de Iota probablemente provocarán inundaciones repentinas que pueden constituir una amenaza para la vida e inundaciones del río en partes de Centroamérica. Las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Honduras y Nicaragua podrían verse agravadas por los efectos recientes del huracán ETA, un hecho que podría tener impactos significativos.
Una bitácora que se complementó el 15 de noviembre a las 7 y 23 am con otra advertencia: “Iota continúa fortaleciéndose rápidamente sobre el suroeste del Mar Caribe, se espera que traiga vientos potencialmente catastróficos, una marejada ciclónica potencialmente mortal e impactos de lluvia en Centroamérica”.
Un poco más de dos horas después, ese mismo día, a las 9 y 58 am, el Centro Nacional de Huracanes, anunció que había altísimas posibilidades de que Iota tocara tierra como un poderoso huracán categoría 4 y potencialmente catastrófico con vientos de más de 140 millas por hora: “Hoy es el último día para prepararse para el huracán Iota, ya que es probable que las condiciones de tormenta tropical inicien el lunes por la mañana en las costas de Honduras y Nicaragua ¡esta es una situación extremadamente peligrosa y se espera que Iota sea de categoría 4 al tocar tierra¡”.
A las 12 y 50 pm, publicó otra alerta: “Aviso 9A, aeronave cazadora de huracanes de la Fuerza Aérea, investigando Iota. Se espera que el huracán traiga vientos potencialmente catastróficos, una marejada ciclónica potencialmente mortal e impactos extremos de lluvia en América Central”.
Ante la emergencia, de nuevo a la 1 y 22 pm expidió una nueva advertencia a fin de que los diferentes países de la región se prepararan: “Se espera que mañana se convierta en un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso y toque tierra en el noreste de Nicaragua o el este de Honduras. Los preparativos para proteger la vida y la propiedad deben completarse rápidamente en las áreas de advertencia de huracán”.
Ese mismo día a las 4 y 23 pm el NHC envió otra alerta: “Se prevé que se intensifique rápidamente en un huracán importante y peligroso antes de tocar tierra en América Central”. Además, entregó cuatro mensajes clave en los que hizo alusión de nuevo a la isla de Providencia.
Dos horas después entregó el aviso 10A mediante el cual indicó: “Iota se fortalece a un huracán de categoría 2. Se espera que traiga vientos potencialmente catastróficos, marejadas ciclónicas potencialmente mortales e impactos de lluvia extrema en América Central”.
A las 9 y 32 pm y seis horas antes de que se perdiera toda comunicación con la isla de Providencia el NHC, advirtió en su aviso 11: “Pronóstico de Iota para convertirse en un huracán importante y peligroso pronto”. Con este, suministró tres nuevos mensajes clave. En ellos ratificó lo que iba a pasar en la isla colombiana.
Apenas comenzaba el 16 de noviembre y a las 12 y 56 am Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos entregó el aviso 11A en donde indicó que un avión de reconocimiento descubrió que Iota se convirtió rápidamente en un huracán importante y muy peligroso. A las 3 y 32 am envió el aviso 12. En este precisó que Iota continuó fortaleciéndose y a esa hora ya era un peligroso huracán categoría 4.
Posteriormente, a las 6 y 44 am se emitió el aviso 12A en el que informó que cazadores de huracanes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos estaban en el núcleo de Iota que tenía vientos de 245 kilómetros por hora y que podría alcanzar la categoría 5 en pocas horas antes de tocar tierra con 12 a 18 pies de marejadas ciclónicas.
A las 4am del lunes festivo, en Providencia se perdió toda comunicación. A las 9 y 52 am, se emitió el aviso 13: “Iota se convierte en un huracán de categoría 5. Pronóstico traerá vientos catastróficos, marejadas ciclónicas potencialmente mortales y lluvias torrenciales a América Central. Pocas horas después el presidente Iván Duque, anunció que el 98% de Providencia estaba destruida y que además que una persona falleció, al tiempo que un buque de la Armada Nacional se desplazó con ayuda humanitaria.
También causó sorpresa la declaración de Carlos Correa, ministro de Ambiente, quien manifestó que desde el 9 de noviembre a la fecha el Ideam en Colombia emitió 25 comunicados, mostrando la evolución desde que Iota era apenas una onda tropical.
Precisamente el Ideam, indicó en la tarde de este martes qué según información del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, para los próximos días está prevista la consolidación de una baja presión en el Mar Caribe colombiano asociada al ingreso de una nueva onda tropical, la cual podría terminar convirtiéndose en depresión. “Por el momento, existe una baja probabilidad de formación durante las próximas 48 horas, pero para los próximos cinco días la posibilidad de formación ciclónica aumenta al 30%”, informó el Instituto.
Por su parte, Judy Gallego, coordinadora médica del hospital local de San Andrés, ratificó la tragedia en Providencia, “allá no hay medicamentos, tampoco agua potable, ni comida, hay cientos de heridos pero no hay donde atenderlos, la gente se está refugiando en las iglesias”.
Los mensajes por redes, casi el único medio de comunicación de auxilio, se multiplicaron en búsqueda de desaparecidos. Paula Andrea Lora indicó, “busco información familia Cardona (Jaime, Valentina, y Jerónimo de 7 años) – se encontraban en el sector Aguamansa #Providencia cualquier información es importante, ayuda”.
A su vez, Carolina García evidenció su angustia al señalar: “Buscó noticias de mi tía en Providencia sector Aguamansa Marleny Castro Newball, mi tía en la Tebaida, Quindío, estamos muy preocupados a la hora no tenemos noticias de ella”.
En San Andrés se empieza a levantar el registro único de damnificados, los daños son cuantiosos. En los 17 kilómetros de Providencia, con 1500 casas destruidas, la suerte de sus 5.989 habitantes es incierta aún. El presidente Iván Duque prometió en las horas de la tarde que en 100 días estarán reconstruidas las islas, en medio de las advertencias que anticiparon la tragedia.
Tomado de: Agenciapi.co