*Marta Sáenz Correa
Llego la Navidad, época de paz, tranquilidad y sobre todo de mucho amor. Creo sin temor a equivocarme que, en este mes, todos nos contagiamos de buenos sentimientos que nos hacen sentir mejores personas. La esperanza que llena nuestros corazones nos hace sentir más generosos y deseosos de compartir con vecinos, compañeros de trabajo, compadres, amigos, familiares, sin importar el tiempo o la distancia.
La navidad, que mejor oportunidad para expresar amor y gratitud a todas aquellas personas que de una u otra forma han contribuido al logro de nuestros objetivos, a nuestro crecimiento personal, y a sentirnos mejores personas. Los propósitos fundamentales de la navidad son agradecer y perdonar; el expresar nuestra gratitud ante seres queridos y la vida misma, es uno de los mejores regalos que podemos hacernos. Regala amor, sentimientos positivos, sonrisas, cariño, y tiempo.
¿Como vivir una feliz navidad si en la familia hay diferencias que nos distancian? ¿Si por malos entendidos no le hablamos a amigos o vecinos? No podemos darnos el lujo que viejas disputas y rencores permanezcan; perdonar podría ser el mejor regalo que uno puede hacer para pasar las fiestas navideñas en paz.
Es cierto que el perdón es un camino personal y que toma tiempo, pero es necesario desligarnos de los resentimientos. Perdonar es ceder, dejar a un lado la necesidad de tener la razón, y alcanzar la paz del corazón. Sin duda alguna, la navidad es el momento ideal para ofrecer unas disculpas, pedir perdón, hacer borrón y cuenta nueva de los pequeños y grandes malentendidos acumulados y volver a empezar de cero. Las discusiones, las discordias, los malos entendidos y las ofensas son palabras que se las lleva el viento y que mejor momento que llegarle de sorpresa a ese ser querido que amas y conversar para sanar esas pequeñas o grandes heridas.
¿Qué debemos hacer para reconciliarnos? Lo primero por hacer es abrir el corazón, preparar la empatía, comprometerse a limar las asperezas y demostrar compasión. Lo segundo, identificar qué es lo que le reprochas a esa persona con quien mantienes el resentimiento, para ser capaz de cortar los lazos de odio, es decir, reconocerlos y luego tomar conciencia de las diferencias que se desea enterrar. Lo tercero, tener claro que perdonar procura un verdadero descanso, es un momento que se accede a través de un tiempo de comprensión y compasión. Lo último para lograrlo, es reducir las expectativas cuando se ha tomado la decisión del perdón, porque tú vas preparado para asumirlo, pero los otros no lo están necesariamente. Lo importante es tener claro que es un largo camino, y tomar la decisión es un gran avance.
Para Destacar:
En esta Navidad deja salir a ese niño que llevas dentro, que la ilusión invada tu corazón y atrévete a soñar de nuevo.