Marcelo Odebrecht, quien purga una pena de 10 años, estuvo detenido dos y medio en el Complejo Médico Penal en Curitiba, en una lujosa celda de puertas abiertas, microondas y nevera. Desde el próximo 19 de diciembre el presidente de la constructora brasileña terminará de pagar su condena en una lujosa mansión en Sao Pablo.

De la cárcel en Curitiba saldrá en un jet privado y llegará a su nueva la mansión de 3.000 m2 en el exclusivo barrio Morumbi.  Entre los lujos de la casa hay una piscina, además, se reencontrará con su esposa Isabela y sus tres hijas. Odebrecht será monitoreado electrónicamente y durante los primeros dos años y medio solo podrá salir de día con previa autorización. Después estará obligado a permanecer en la mansión únicamente los fines de semana.

Tomado de: www.las2orillas.co