El número de agentes disponibles en Montería para controlar el parque vehicular que rueda por la ciudad es irrisorio y ello evidencia mezquindad con la vida de quienes a diario nos movilizamos por las vías.
En Montería hay 25 agentes regulando el tránsito de una ciudad que tiene matriculadas aproximadamente 40 mil motocicletas, 20 mil carros particulares, 2 mil taxis y 260 vehículos de transporte colectivo.
Por Oswaldo Marchena Mendoza.
En Twitter: @marchenojob
El Código Nacional de Tránsito es la ley de la calle, la norma superior que regula el tránsito y la movilidad en las vías del país. En Montería hay una excepción: impera la ley del más fuerte, del más bravo, del más audaz a la hora de girar en uno de los tantos cruces peligrosos que hay en la ciudad, y que a pesar de estar identificados, ningún gobierno ha hecho algo para que dichos puntos dejen de concentrar tanta accidentalidad.
Una señal de tránsito no determina a quién le corresponde la vía en Montería, porque la preferencia la lleva el más fuerte, el que se atreve, y ello se debe a diferentes razones: la principal es porque el número de agentes disponibles en Montería para controlar todo el parque vehicular que rueda por la ciudad es irrisorio y ello evidencia un alto grado de mezquindad con la vida de quienes a diario nos movilizamos por las vías de la ciudad.
El convenio de la Policía con el gobierno de Montería le asigna funciones de tránsito a 55 agentes, de donde debemos sacar unos que están en vacaciones y otros que laboran en oficinas, para un número final de 25 agentes regulando el tránsito de una ciudad que tiene matriculadas aproximadamente 40 mil motocicletas, 20 mil carros particulares, 2 mil taxis y 260 vehículos de transporte colectivo.
Se calcula que por las diferentes entradas a Montería; vía Arboletes, Planeta Rica y Cereté, ingresan a diario a la ciudad unos 10 mil vehículos procedentes de otros municipios. Al final, en una operación simple de matemáticas, encontramos que a cada uno de los 25 agentes con funciones de tránsito en la ciudad le toca vigilar dos mil 800 vehículos, entre motocicletas, carros particulares, taxis, buses, entre otros.
Así es muy complicado regular y mejorar la movilidad en una ciudad que tiene una red semafórica obsoleta (a diario se observan semáforos fuera de servicio), deficiencias en señalización de tránsito y fallas en infraestructura vial (cruces peligrosos donde hay poca visibilidad para observar el vehículo que lleva la vía preferencial), y calles llenas de huecos donde se hacen necesarias muchas maniobras para esquivarlos y ello produce en algunos casos accidentes de tránsito.
En las calles de Montería impera la ley del más fuerte, del más atrevido para conducir, y por ello en muchas ocasiones, cuando se producen incidentes viales, lo mejor es tratar de conciliar un arreglo directo con el afectado y abandonar el sitio tenga o no la razón, de lo contrario su integridad física corre peligro. Olvídese de los agentes de tránsito, son 25 regulando un parque automotor cercano a los 70 mil vehículos, entre motocicletas, carros particulares, colectivos y taxis.
El reto es salvar vidas.
En lo corrido del 2018 han fallecido 9 personas en siniestros viales en las calles de Montería; todos ellos motociclistas. El secretario de Tránsito de Montería, Arturo Mercado, tiene muchas ganas de trabajar y se la está jugando a fondo para combatir la accidentalidad. El problema es que está librando una lucha desigual; no cuenta con tecnología, con suficientes agentes de tránsito y no tiene recursos para campañas viales de alto contenido, aspectos que limitan sus acciones.
A pesar de ello, la iniciativa ‘Rumba Responsable’ que dicha Secretaría desarrolla junto a la Policía de Montería, ataca de forma directa la criminal costumbre de conducir después de haber consumido licor y esas son acciones que hay que abonarle al secretario de Tránsito.
Pero esas acciones no son suficientes, se necesita un compromiso de los gremios, de todos los actores de la movilidad, del Concejo de la ciudad; construir una mesa para abordar el problema, que no es cualquier problema, se trata de vidas humanas que se están perdiendo en las vías.
En esta tarea no podemos dejar solo al joven secretario de Tránsito, él tiene la disposición y la voluntad para atacar el mal, y desde luego, si algún sector debe estar interesado en combatir la accidentalidad son los motociclistas, porque son ellos quienes están aportando los muertos.
Colombia Líder, el Gobierno Nacional y la Agencia de Seguridad Vial, lanzaron el ‘Reto Nacional por la Seguridad Vial’, iniciativa que busca reconocer el trabajo de las Alcaldías y Gobernaciones para disminuir el número de víctimas fatales en las calles y carreteras del territorio nacional.
Montería se debe impulsar en dicho programa y asumir ese reto para disminuir las muertes en siniestros viales.