Javier De La Hoz

josedelahoz@lawyersenterprise.com

En el año 2012 tuve la oportunidad de tener acceso a algunas fotografías las cuales evidenciaban graves lesiones en  piel de algunas personas quienes manifestaban que esas lesiones y otras enfermedades que padecían, incluyendo cáncer, tenían relación con la explotación minera de Cerro Matoso.

Debo confesar que en ese momento mi primera reacción fue pensar; esto es falso, esta empresa tiene muy buen nombre, tengo amigos que laboran en la mina y una larga lista de preguntas y dudas que no me permitían creerle a estas personas.

A los pocos días decidí trasladarme a la zona de explotación de la mina y así poder verificar en sitio la información que se me entrego, llegue a un pequeño caserío  levantado a unos 500 metros de una gran montaña la cual en principio pensé que se trataba de una montaña natural hasta que uno de sus pobladores se me acerco y me dijo; no doctor; ese es el cerro de escoria; ese caserío es el Cabildo Indígena Unión Matoso, también conocido como pueblo Flecha.  

No podía yo creer que tan cerca de ese cerro de desechos vivieran humildes familias quienes a lo largo del día me relataban como era su vida, como soportaban las nubes de polvo que de un momento a otro llegaba sobre sus casas, pude percatar personalmente como los techos de sus humildes viviendas permanecían llenos un polvillo que a la luz del sol tomaba un aspecto brillante.

Seguimos nuestro recorrido por los otros cabildos indígenas escuchando sus historias y del como según su dicho Cerro Matoso los estaba envenenando poco a poco sin que el estado moviera un solo dedo, lo que encontré fue realmente perturbador.

En ese momento teníamos solo un puñado de historias, un grupo de gobernadores indígenas liderados por su máxima autoridad, el Cacique y otro grupo de las comunidades negras de San José de Ure, queriendo plantear una guerra en contra de BHP BILLITON una de las empresas mineras mas grandes del mundo con unas utilidades astronómicas que superan el presupuesto de cualquier país del tercer mundo.

Para esa época tuve la oportunidad de conocer a quien hoy día es mi socio y amigo, Abelardo De la Espriella, de quien debo decir creyó desde el primer momento en lo dicho por las comunidades indígenas y negras,  asumiendo sin temor alguno el reto de cobijarnos en su firma y con el paso del tiempo hacernos parte de esa gran familia.

Con el paso de los días y con el ferviente apoyo de De la Espriella Lawyers Enterprise recaudamos elementos probatorios que permitieron armar un caso solido, aunque la mina haciendo uso de su gran poder económico colmaba los medios de comunicación con publicidad sobre las bondades de la explotación minera.

Desde el año 2013 denunciamos públicamente la contaminación producida por la actividad minera de Cerro Matoso, afirmamos en varios escenarios que se estaban afectando fuentes hídricas; que existía material particulado que causaba  graves enfermedades en las poblaciones vecinas; algunos nos llamaron locos; otros nos dijeron extorsionistas, hoy día la Corte Constitucional nos da la razón, Cerro Matoso contamina y afecta a las comunidades asentadas alrededor de la explotación minera; así algunos aun no lo crean, esto se probo dentro del proceso.

La sentencia T – 733 del 2017 proferida por el máximo tribunal constitucional del país es un hito; una sentencia histórica, los precedentes que fija en materia de justicia ambiental y minería son absolutamente contundentes y envían un claro mensaje no solo a las empresas privadas; sino también a la totalidad del estado Colombiano; y es que no pueden seguir sucediendo situaciones tan vergonzosas y absurdas como las de Cerro Matoso; no olvidemos que el gobierno del presidente Santos decidió prorrogar el contrato a esta minera sin importarle las advertencias que provenían de muchos sectores del País.

Entre estas advertencias debo destacar la lucha que dio la señora Contralora de la época, la Doctora Sandra Morelli rico quien desde su despacho emitió varios controles de advertencia, llegando incluso a afirmar acertadamente que Cerro Matoso no contaba con licencia ambiental, esto sin contar los sesudos estudios publicados por la Contraloría sobre minería y medio ambiente.

La Corte Constitucional 5 años después nos dio la razón; Cerro Matoso contamina; así de sencillo; contamina!!! causo daños irreversibles, el documento que exhiben como licencia ambiental no cumple con los lineamientos de la Constitución Política, violo el derecho a la consulta previa de las comunidades étnicas, violo el derecho fundamental al medio ambiente sano y salud, seguir sosteniendo que esta mina no causa daños es un verdadero despropósito.

Posdata: Mil gracias a ese grupo de jóvenes científicos cordobeses que desde el inicio de esta batalla nos apoyaron con sus conocimientos, su aporte fue fundamental, no los menciono con nombre propio porque así lo solicitaron, y pensar que en algunas universidades del departamento no los valoran!!!.