Pineda García fue derrotado políticamente por un candidato con el aval del Partido Conservador, el mismo movimiento que él reivindicó y le devolvió la grandeza después de permanecer durante muchos años en el ostracismo político y sin opción de poder en la capital de Córdoba. 

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.

@marchenojob

Desde el año 2007, cuando Marcos Daniel Pineda García irrumpió en la política de Montería, al debutar con un rutilante triunfo en las elecciones por la Alcaldía, nunca había sido derrotado políticamente en el plano local, hasta el pasado domingo 27 de octubre, cuando su candidato, Salin Ghisays Martínez perdió la Alcaldía con el aspirante avalado por el Partido Conservador, Carlos Alberto Ordosgoitia Sanín.  

De forma extraña, Pineda García fue derrotado por un candidato con el aval del Partido Conservador, el mismo movimiento que él reivindicó y le devolvió la grandeza después de permanecer durante muchos años en el ostracismo político y sin opción de poder en la capital de Córdoba.  Digamos que, en aquel entonces con la llegada de Pineda García, el conservatismo resucitó de las cenizas y de sus fracasos electorales en la ciudad.

En las elecciones territoriales del 2007, Pineda García fue la sorpresa en Montería al obtener en las urnas 55.244 votos para derrotar al candidato liberal (favorito para ganar), Juan Carlos Lengua Martínez con 39.212 sufragios. 

El historiador, Víctor Negrete Barrera, escribió entonces sobre el triunfo de Pineda García: “El alcalde electo de Montería es un profesional de 30 años de edad, tiene relaciones con el poder central, conoce la administración pública y al parecer está dispuesto a recuperar las viejas y nuevas huestes del garcíaburguismo que durante mucho tiempo mantuvieron sus mayorías.  Su triunfo fue una combinación de voto de opinión y voto en contra”.

Un profesional inteligente, flaco y desgarbado en el modo de vestir, oriundo de Cereté e hijo de una maestra, hizo parte de aquel equipo que diseñó la estrategia que, además de darle el triunfo a Pineda García, lo ayudó a potenciar a futuro como el gran elector de Montería.  Se trata de David Barguil Assís, quien edificó su promisoria carrera política al lado de Marcos Daniel y, juntos ganaron de nuevo, a nombre del partido Conservador la Alcaldía de Montería en las elecciones regionales del 2011, con Carlos Eduardo Correa (84.181 votos), contra 55.340 de Daniel Alberto Cabrales Castillo (Partido de la U).  

En las elecciones del año 2015, Correa desde la Alcaldía y Barguil desde el Congreso de la República, contribuyeron con el regreso de Marcos Daniel Pineda a la Alcaldía de Montería. Eran tiempos de triunfo, paz y armonía entre los jefes azules de Montería, quienes seguían haciendo historia y cosechando positivos calificativos nacionales e internacionales para la ciudad en temas ambientales y de educación.

Pineda García derrotó en aquella elección a Carlos Alberto Ordosgoitia Sanín, al sumar en las urnas 83.167 votos, mientras que el candidato Ordosgoitia, a nombre del Centro Democrático, alcanzó 44.482 sufragios. Paradójicamente, ese candidato perdedor en el 2015, alojado ahora en las toldas del partido de Pineda García, venció a su candidato Salin Ghisays Martínez en las elecciones que acaban de finalizar. “Jaque al Rey elector de Montería”. 

En medios y redes sociales se ha expuesto toda clase de análisis y comentarios sobre la derrota al grupo de los congresistas Nora García Burgos y Wadith Manzur Imbet, inclusive algunos hablan del otoño político de Pineda García. Me parece un pronóstico muy incipiente. Yo me atrevo a apostar que desde Cambio Radical (su nueva casa política), el actual alcalde de Montería reemplazará a su progenitora en el Senado de la República y volverá a pelear la Alcaldía de Montería.

Seguramente Marcos Daniel Pineda se reinventará para mantenerse en el escenario político municipal, departamental y nacional. De hecho, es un líder natural y su presencia en el Parque Central de la ciudad saludando y dialogando con las personas, indican que sigue siendo una opción importante en la política. 

Entre amores y odios.

En la puja por la Alcaldía de Montería, que finalizó el pasado domingo con el triunfo de Ordosgoitia, hay una historia de amores y de odios entre el congresista David Barguil y el alcalde Pineda García. La de amores comenzó en el 2007 cuando ganaron la Alcaldía de Montería y terminó a mediados del 2017, tiempo después de haber ganado ambos el pulso por dicha Alcaldía en las elecciones del 2015. ¿Qué pasó?, ¿Cuál fue la causa del divorcio político?

David Barguil nació políticamente al lado de Marcos Daniel Pineda García, y con el apoyo del hoy alcalde (y de su entorno político), llegó a la Cámara de Representantes en las elecciones de 2010 como uno de los congresistas más jóvenes, elegido a los 28 años. 

En el 2014 de nuevo es elegido Representante como fórmula de la senadora Nora García Burgos. Incluso ese mismo año, fue elegido por unanimidad presidente del Directorio Nacional Conservador. 

Ya divorciados políticamente, la Casa Pineda García y Barguil, en 2018, en algo que muchos llegamos a pensar que era un suicidio político, Nora García y David Barguil aspiran al Senado de la República cada uno por su lado, donde al final ambos ganan escaño en esa corporación. Pero es pertinente recordar que Barguil alcanza la cuarta votación más alta de país, y la mayor del Caribe, al igual que la del Partido Conservador, mientras Nora García logra elegir a su fórmula a la Cámara de Representantes, Manzur Imbet.  

El candidato perdedor del domingo 27, Salin Ghisays Martínez anunció que acepta la curul que le brinda el Estatuto de Oposición, y que integrará el Concejo de Montería. Falta ver qué papel juagarán en el nuevo gobierno del alcalde electo Carlos Ordosgoitia, los concejales que votaron por el candidato perdedor y, ¿qué posición asumirán, sin las limitaciones del alcalde Pineda García?.