*El director del laboratorio de Bilogía Molecular y artífice de estos estudios, profesor Luis Alfonso Rodríguez, destaca el beneficio que esta investigación aporta a los pequeños productores del Caribe colombiano.
A partir de un trabajo molecular en laboratorio y luego de varios años de ensayos, la facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Córdoba, a través del laboratorio de Biología Molecular Aplicada, del Grupo de Investigación Participativa de los Pequeños Productores de la Costa Atlántica, INVEPAR, logró el primer reporte en Colombia, como país megadiverso, de dos hongos nativos presentes en cultivos de Stevia y Berenjena.
El primero de los microorganismos ha sido llamado hongo Athelia rolfsii (Curzi), el cual causa pudrición del tallo y la raíz en Stevia (Stevia rebaudiana Bertoni); y que Unicórdoba deja a disposición de la comunidad científica mundial en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/nuccore/OK271308
Por otro lado se identificó científicamente una cepa nativa o microorganismo que ayuda a controlar otros similares y que se convierte en una oportunidad agropecuaria para realizar producciones más amigables con el ambiente. Se trata del Trichoderma harzianum, que ha mostrado un excelente comportamiento biocontrolador de hongos fitopatógenos en stevia y berenjena; disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/nuccore/OK310695
El docente e investigador unicordobés Juan De Dios Jaraba, de la facultad de Ciencias Agrícolas, sostiene que este último hallazgo se deriva de una investigación en hongos benéficos, en la que se utilizaron técnicas moleculares que permitieron reconocer por primera vez el citado microorganismo, asociado a control biológico de cultivos de berenjena y stevia.
“Es decir, encontramos un hongo malo pero también le encontramos su enemigo natural, eso lo caracterizamos a nivel molecular, que hoy nos ha permitido hacer este reporte”, indicó el docente, ingeniero agrónomo, doctor y magíster en Fitopatología.
Explicó Jaraba que además se identificaron bacterias solubilizadoras de fósforo, elemento químico de gran importancia para la nutrición de las plantas, que reemplazan los costosos fertilizantes al que poco pueden acceder los pequeños productores.
“Es una forma de producir sin el uso de agroquímicos, especialmente los productores de hortalizas del Departamento, que es la población que se busca impactar”, explica el profesor Jaraba.
El también docente e investigador de la facultad de Ciencias Agrícolas, director del laboratorio de Bilogía Molecular y artífice de estos estudios, Luis Alfonso Rodríguez, destaca el enorme beneficio que los resultados de esta investigación aporta a los pequeños productores del caribe colombiano.
“Hicimos y caracterizamos la identificación molecular, pero lo importante es que ha sido validada por el Centro Nacional de Biotecnología de Estados Unidos, a través de su repositorio, donde están cargadas las secuencias que identifican los materiales que hemos utilizado. Esto es producto de varios años trabajando con colecciones de hongos, tanto benéficos como patógenos”, explica el profesor Rodríguez.
Destaca el profesor Rodríguez que indudablemente esta investigación mejora los indicadores científicos y de desarrollo académico, y resalta con especial énfasis que ganan los pequeños productores.
“Esa es la satisfacción más enorme, que estos aportes científicos se traduzcan en beneficio y en bienestar para la gente. Esto nos acerca más a los sectores productivos para ayudar en esa tarea de hacerlos más competitivos”, indicó Rodríguez.
Entre tanto el profesor Alfredo Jarma Orozco, director del Grupo de Investigación Participativa de los Pequeños Productores de la Costa Atlántica, INVEPAR, resalta que este paso ubica a la Unicórdoba en las grandes ligas de la biología molecular y abre unas puertas que no tienen dimensión en la perspectiva de la ciencia.
“Por supuesto es una tarea a largo plazo, pero hemos emprendido el camino que es lo más importante, además de demostrar que la Universidad de Córdoba sigue trabajando en el tema de la biología molecular para encontrar soluciones reales y verdaderas en beneficio de los pequeños productores del Caribe, que son quienes necesitan que estas tecnologías de la ciencia básica beneficien sus cultivos”, sostuvo el doctor Jarma Orozco.