_En Córdoba hay 8.579 hectáreas de manglares en el Distrito de Manejo Integrado Bahía de Cispatá, la Balsa y Tinajones_
A propósito de la conmemoración del Día de la Defensa de los Ecosistemas de Manglar, desde el programa Vida Manglar destacamos a una mujer que representa a la comunidad manglera de la Bahía de Cispatá en Córdoba y que se ha convertido en una defensora de los manglares: Ignacia de la Rosa Pérez.
Nació en San Bernardo del Viento, Córdoba, hace 72 años y ha vivido en San Antero, Lorica y su municipio de origen. Se crió en el caño Garzal por la Bahía de Cispatá. “Toda mi vida estuve ahí, de niña, crecí con los manglares. Fui testigo de los cambios generados por el cambio de la desembocadura del río y del manejo sostenible de los manglares por comunidades locales, de los que siguen dependiendo miles de familias en la región», comenta.
Su lucha por defender el trabajo de los mangleros, le ha otorgado el reconocimiento entre la comunidad manglera como líder de una causa que los une a todos: la conservación, manejo y uso sostenible de los ecosistemas de manglar en el Golfo de Morrosquillo.
Cuando se empezó a correr la voz entre la comunidad científica de que ya no había manglar, que se lo estaban acabando los mangleros, doña Ignacia y la comunidad de mangleros consolidaron una fuerte de resistencia, que les permitió visibilizar su trabajo en la conservación de los ecosistemas de manglar.
En el año 1975, cuando llega la primera prohibición asociada al aprovechamiento del manglar, la señora Ignacia se traslada a Montería a buscar ayuda en la autoridad ambiental CVS, para que toda la comunidad de mangleros en San Antero, Lorica y San Bernardo, pudieran seguir aprovechando el manglar, ya que de él se deriva el sustento de las familias. Ella logró que una comisión viniera a realizar una inspección ocular de los manglares, al tiempo que lideró una investigación empírica que les permitió identificar las razones por las cuales se morían los manglares, logrando demostrar que no eran los mangleros los responsables, sino la obstrucción de caños la que impedía el flujo de agua.
El trabajo comunitario que ella ha realizado durante más de 40 años, de la mano de la comunidad que hoy representa, hizo posible que se organizaran en asociaciones para poder obtener las licencias de aprovechamiento y salvoconducto para la movilización de los productos autorizados técnicamente por parte autoridad ambiental.
Gracias a ese proceso organizativo hay catorce asociaciones legalmente constituidas entre los municipios de San Antero, Santa Cruz de Lorica y San Bernardo del Viento y existen dos Planes de Manejo Integral de los Manglares de la Zona de Usos Sostenible, uno entre San Antero y Santa Cruz de Lorica y otro para San Bernardo del Viento.
Su trabajo como mujer líder de la comunidad manglera la ha llevado a obtener diversos reconocimientos, entre ellos, XIV Premio Cafam a la Mujer, CAFAM en el año 2002, la Medalla Don Diego de Cervella, en honor a la labor eficaz y sobresaliente en beneficio de la comunidad, Modalidad Comunitaria, marzo 15 de 2022. (Alcaldía de San Antero – Córdoba) y un reconocimiento por su Compromiso con el Liderazgo Social en el Municipio de San Antero- Córdoba- Alcaldía Municipal de San Antero, 3 de enero 2023, entre otros.
Ignacia de la Rosa tuvo cinco hijos, que han sido educados y sustentados por el manglar y su trabajo como comercializadora de pescado.
Actualmente es delegada por la comunidad de San Antero para ser su representante ante el programa Vida Manglar, una iniciativa colectiva de la Corporación Ambiental de los Valles del Sinú y San Jorge, CVS, Invemar, Fundación Omacha, Conservación Internacional y 14 asociaciones de mangleros de Córdoba.