Por Jorge Enrique Diaz Varela
Sugestivo el título cierto y de seguro muchos se preguntarán ¿Gracias a Dios, y eso por qué? , y además pensarán “este personaje esta como loco, ¿Quién le agradece a Dios porque lo castiga con un cáncer?”, les contare porque es que le agradezco a Dios y porque soy feliz y les deseo felicidades a todos…?
Empecemos con un poco de historia, por 1971 mi madre me llevo al Centro de Salud del Barrio Bravo Páez al sur de Bogotá, tenia 5 años y una pelota en el cuello, no comía y estaba en los huesitos, algo horrible, para ella mi madre una mujer que ha luchado desde siempre, allí un medico me remitió al Instituto Nacional de Cancerología, no sin antes advertirle que la iban a regañar por como yo estaba y claro me diagnosticaron cáncer por primera vez, un Linfoma de Hodking resultado de ello se vino entonces una larga hospitalización, cirugías, radioterapia ya por esta época estaba saliendo del hospital, con el compromiso que mi madre me llevara día a día a tratamiento de radio terapia, por 6 meses; para la época no pesaba mas de 15 kilogramos y no media más allá de lo que mide un niño de 2 años, pero con el esfuerzo y compromiso logramos ganar la batalla y me dieron remisión del Linfoma en 1991, 20 años después del tratamiento.
Hace 3 años, por esta época, me diagnosticaron un cáncer de pulmón E IV Terminal con metástasis óseas, el carcinoma maligno había invadido buena parte de mi cuerpo, por segunda vez Dios Padre me había regalado un cáncer, y se lo agradezco, “Gracias a Dios tengo Cáncer” porque me permitió de nuevo poner los pies en la tierra, es algo muy complicado de llevar, es mas al escribir esto tengo un fuerte dolor en el pulmón derecho, pero que carajo estamos cerca a navidad y vamos para adelante, porque tenemos que ser felices.
Ahora veo que, a pesar de mi recuperación, paradójicamente veo a muchas personas que me rodean, enfrascados en problemas o simplemente reducen su vida a cuanto pueden ganar o tal vez como pueden hacer imposible la vida de otros, lo veo en amigos cercanos y en otros no tan cercanos, hoy por hoy los entendidos hablan de que Colombia es un pais que sigue enfermo de un cáncer llamado violencia, egoísmo y el deseo gigante de destruir al otro y lo peor es que no muestra ninguna mejoría, ese cáncer del general colombiano, está inscrito en el ADN nuestro, como dijera Hernán Peláez el comentarista deportivo, entre la envidia, el egoísmo y deseo de destruir, los colombianos con ello hemos creado un tándem, que mata más que mi cáncer terminal, pero dejemos eso ahí.
Ahora si pasemos a lo que quiero compartir con ustedes, son unas pocas letras de esas que hago en mi cumpleaños o navidad, son unas reflexiones y esta es la oportunidad porque se acerca la época del año que más me gusta, la navidad, y empiezo por recordarles que la vida son dos días, y ¿Cuáles son esos dos días? Pues son nada más y nada menos el primer día cuando nacimos y el otro cuando nos graduamos de la vida, el día de nuestra muerte.
Pero, permítanme hablarles de lo que es de verdad importante, la vida y estar felices porque cada día nos levantamos, ojalá dándole gracias a Dios, así lo tengamos olvidado o ya no esté presente en nuestra vida, así estemos atareados pensando en lo material y banal y menos en el mañana.
Yo hoy quiero decirles que “Gracias a Dios tengo Cáncer” fue y ha sido una oportunidad única en mi vida para pensar en mi razón de ser y para que esté en este mundo y en el significado de muchas de las cosas que son importantes y que están a mi alrededor.
Tengo claro que mi vida y mi lucha contra el cáncer ha sido un triunfo de lo fundamental y realmente significativo de la vida sobre lo trivial y nimio, y, lo que es mejor, de llegar a entender la mortalidad del cuerpo versus la inmortalidad del alma.
Que me diagnosticaran por segunda vez cáncer fue un momento perfecto para hacer una reflexión frente al encuentro cotidiano con la muerte, pero con un aditivo de la cercanía de la muerte en medio de esta enfermedad.
“Gracias a Dios tengo Cáncer” ha sido un reencuentro con mi padre Dios, reconocer que tengo amigos y que mi familia esta allí, todos dando de su parte para ayudarme a enfrentar esta dura prueba, pero nada estoy feliz, he intentado cambiar y ser testimonio para que otros entiendan el valor de la vida, el amor de la familia y los amigos.
Mi cáncer es una oportunidad, para que, en medio de la sensibilidad que despierta el mal, pueda ver, con claridad, que encontré con sorpresa que muchas personas que jamás pensé fuese alguien que les interesara, que les fuera importante resulto que lo soy, pero además entiendo hoy más que nunca que la vida merece ser vivida, y que para vivirla debemos evitar enfrascarnos en pequeñeces, es más ojalá siguiéramos lo que dice la palabra de Dios… “Quien sea libre de pecado lance su primera piedra”, y esto lo digo porque muchos nos creemos ser el faro de la moralidad, que podemos juzgar y sobre todo que podemos castigar, ojalá nos detuviéramos y fuésemos capaces de hablar con el otro y entender antes de juzgar.
Pero volvamos a mi reflexión, porque mi idea es contarles porque que estoy feliz y agradecido con papa Dios, fácil es porque me ha dado un gran regalo además de mi familia, me ha regalado el cáncer, soy feliz por ello, pero sobre todo porque cambio las lágrimas por las risas, aunque cueste entenderlo la felicidad que tengo es más fuerte que el dolor que en ocasiones tengo, soy feliz y amo la vida, soy feliz porque mi padre del cielo me consciente, soy feliz porque tengo familia y amigos… solo se que soy feliz y gracias a Dios tengo Cáncer.
Soy feliz por la fuerza que he ido ganando todos los días a pesar de lo débil que me puedo sentir en ocasiones, es probable que muchos me vean y piensen que realmente es un cuento de los Hermanos Grimm eso de estar enfermo de Cáncer.
Soy feliz porque todos los días abro los ojos y tengo claridad que puedo luchar por algo, que puedo vivir y que muchos creen que soy alguien que vale la pena, tal vez no merezco eso, es probable que existan mejores seres humanos que yo, pero Dios me regala vida, y eso lo entiendo llevo 2 años y medio más después que el medico me dijo que solo tenía 6 meses de vida, un periodo de tiempo que me ha dado más razones para vivir.
Soy feliz porque no me he dejado vencer, porque mi madre está a mi lado siempre, porque ella me enseño que hay que ponerle el pecho a la vida y por ello no sé qué significa la palabra “rendirse” ni lo quiero saber. Soy feliz por sonreír a pesar de todo, por animarme y por dejar que me animen para levantarme cada día y seguir adelante con toda la energía. Estoy feliz porqué “Gracias a Dios tengo Cáncer”.
Muchos decaemos por situaciones que tienen soluciones más fáciles, pero gracias a Dios no he desistido, soy mas fuerte que el cáncer y se que cada día lo vivo como si fuera el ultimo que viviré.
Seguiré luchado como hasta ahora lo he hecho, o más si es posible, le quiero contar que durante el tratamiento que me están haciendo se me cayó el pelo, tuve que caminar con bastón de apoyo, quede más delgado que un judío en un campo de concentración, pero nada estoy más vivo que nunca.
Se que hoy después del diagnóstico y el tratamiento, todo este tiempo ha mereció la pena y creo firmemente que nada se puede interponerse en mi camino, porque creo que la vida vale la pena ser vivida y que sobre todo es mi testimonio para que todos seamos capaces de quejarnos por lo que de verdad nos duela, perdóneme que hable en primera persona, pero les digo yo no me quejo y sobre todo espero que nadie me tenga lástima, porque no me siento derrotado.
Amo mi vida y soy feliz, y esta felicidad es resultado de quienes están a mi lado mi madre especialmente, mis hermanas, sobrinos y mi cuñado, mis amigos, los compas del Millán, mis médicos y quienes me han atendido en mi tratamiento de quimio terapia, a las comunidades cristianas católicas y evangélicas que me tuvieron en cuenta en sus oraciones en fin a muchos les debo mi felicidad y sobre todo el apego a la vida
Antes le hacia el quite al tema de la muerte o, más bien, no quería ser consciente de ella, pero hoy se que ella la huesuda ha golpeado a mi puerta, pero le estoy ganando, esto solo quiere decir que en ocasiones nos preocupamos por lo que es inevitable, ese es el destino final de todos, pero mientras tanto debemos vivir cada día como si fuera el ultimo de nuestra vida.
Es posible que algún día hayamos quedado atrapados en un trancón o dormido mal o el peluquero te haya hecho un estropicio en el pelo, que lo que pedimos no era lo que queríamos, que tengamos una panza enorme eso es una banalidad en favor de la vida dejemos de lado todo eso, es algo que después es un recuerdo alegre pero que nada paso solo recuerda la vida son dos días y merece ser vivida con alegría.
Si actuamos con felicidad, fe y agradecimiento no pensaremos más en banalidades porque cuando nos llegue hora de partir, solo nos llevaremos lo comido y lo bailado.
En esa hora final veremos que todo es tan intrascendente que entenderemos tla vida como un todo.
Hoy veo cómo mi cuerpo se desvanece ante mis ojos, que el dolor más leve me pone de malas pulgas, y peor sin que yo pueda hacer nada, y todo lo que deseo es pasar otro cumpleaños, otra Navidad con mi familia y mis amigos, un día más con mi pareja o mi perra Lulu o los 6 gatos y hasta los 5 pajaritos que me endulzan la vida. Tan solo uno más, se que tengo la vida con pocos kilómetros que recorrer, pero la quiero recorrer con felicidad, y espero que estas letras hagan reflexionar a quien las lea para que también valoren su vida, solo digo a esta altura que no debemos desperdiciar los momentos para decir te quiero a quienes están cerca de nosotros, a abrazar a nuestra mamá y papá, a nuestros hermanos y sobre todo pedir perdón a quienes les hayamos hecho daño, tal vez sin querer.
Muchas veces escucho a la gente quejándose de lo terrible que es su trabajo, que el jefe, que los amigos que…, en fin solo quiero decirles a quienes lean estas humildes letras: sean agradecidos por el simple hecho de poder quejarte, así no nos duela.
Es posible que creamos que lo que está en estas líneas son cosas triviales, es mas no faltara quien diga que soy un resentido, les recuerdo que le doy todos los días gracias a Dios porque me dio un regalo para recordarme que debo ser agradecido con lo que tengo, y es mucho, lo más importante es que tengo vida y todos los días abro los ojos, para alabar a mi padre del cielo y dar testimonio que los milagros existen, abro los ojos para abrazar a mi madre y demás familia, para saludar a mis amigos y hasta aquellos a los que no les caigo nada bien, pero a todos le digo le agradezco porque eso me hace recordar que la salud es mucho más que estar mal físicamente o tal vez sí.
Creo que aquellos que me han juzgado porque creen que tienen ese poder de hacerlo chévere eso me hace feliz, sé que en algo los he marcado, a quienes me critican porque se me ocurre en ocasiones hacer cosas que son raras, y son raras porque muchos de nosotros solo pensamos en nuestro bienestar sin importarnos el de los demás, cosas como compartir o dar un abrazo o tal vez ayudar al necesitado, claro es raro porque en nuestra época en más loable pisar al otro para lograr el triunfo individual no nos importa el otro, yo a ellos les digo, así no sean creyentes léanse al azar un versículo de la biblia porque de seguro va dar una píldora que sanara el alma, quizá así nos damos cuenta de lo irrelevante que son detenernos en banalidades, cosas como mostrar un lindo cuerpo o dejar en evidencia al otro, esto ultimo a muchos los hace sentirse felices y hasta realizados, solo digo olvidémonos de lo banal y cultivemos el camino a la otra vida, según sea la idea que tengamos de él.
Quiero decirte a manera de epilogo que quiero debemos ser más felices haciendo más cosas por los demás que para nosotros. Se que estoy de salida y por ello desearía haberlo hecho más. Desde que caí enfermo he conocido a las personas generosas y amables, he recibido las palabras y el apoyo afectuoso de mi familia, amigos, y también de desconocidos. He recibido más de lo que he dado a los demás. Nunca lo olvidaré mientras este en este plano, y de seguro quedara como huella de mi felicidad por la vida, por ello no me cansare de decir “Gracias a Dios tengo Cáncer”.
Finamente no se preocupen por el dinero porque al final del camino de nada sirve, no nos permitirá comprar ni un minuto más de vida, menos cosas materiales, dejemos de atesorar dinero atesoremos la felicidad de vivir. La de hacer bien al otro, mejor has lo que hago y de nuevo me disculpo por hablar en primera persona.
Ahora prefiero salir con mi familia o amigos a un restaurante, mandar un masaje o dar una serenata, pero mejor decirle a nuestros seres queridos cuanto los amamos y yo lo hago todos los días y en esta festividades más, no se tal vez sea mi última navidad, quien sabe, pero el árbol de la casa y el pesebre no se ven tristes o vacíos.
Finalmente sé que este escrito me ayuda a hacer catarsis y quiero en lo posible hacer que otros o quien lo lea reflexione y tal vez vuelva a creer en papa Dios, que amen cada vez mas a tu familia, celebren cada momento de la vida y agradecer por los regalos que nos da la vida sean bueno o malos esos obsequios, no importa son regalos que nos hacen ricos, pero no de riqueza material sino de riqueza que hace que escuchemos música de la que más nos gusta y de la que no también, abrazar al perro de la casa, hablar con los amigos, viajar no importa si es a la Calera, tal vez decir NO a algo que de pronto le dirías SI incondicionalmente, si hay trabajo hagamos ese trabajo para vivir no vivamos para trabajar, recuerda siempre decirle a todos tus padres, hermanos y amigos que los amas siempre, si algo hace sentir mal, tenemos la posibilidad de cambiarlo, ya sea en el trabajo, en el amor, lo que sea. Tengamos las agallas para cambiar, nunca es tarde para hacerlo. No desperdiciemos el tiempo sintiéndonos miserables o haciendo sentir miserables a los demás. Ah, y una última cosa, si puede, haga algo bueno por la humanidad y comienza por donar sangre, escriba una carta para que los órganos que puedan ser donados a tu muerte lo sean. Las donaciones ayudan a mantenernos con vida, para mi caso resulto ser un año más, un año del que estoy eternamente agradecido por haberlo pasado con mi familia, mis amigos y haciendo lo que más me apasiona estudiar. Un año en el que pasé algunos de los mejores momentos de mi vida, un año en el que cada vez que he podido doy testimonio de vida para que sepan todos que los milagros si existen y decirles por siempre que “Gracias a Dios tengo Cáncer”.
Feliz Navidad!!