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Tomado de: eltiempo.com
En febrero de este año, el exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno, preso en La Picota, conoció que dos implicados en corrupción por regalías en el departamento de Córdoba buscaban declarar contra el exgobernador Alejandro Lyons para obtener beneficios (un principio de oportunidad) de la justicia.

Quienes buscaban el principio de oportunidad eran Maximiliano García Banzanta y Jesús Henao Sarmiento, excontratistas de la Dirección de Regalías de Córdoba investigados por irregularidades en los convenios 733 (Carneros) y 734 (Corredor Agroecológico Córdoba-La Guajira), en los que fueron saqueados no menos de 30.000 millones de pesos.

Con esa información, el exfiscal Moreno y su socio, el abogado Leonardo Pinilla (a quien le imputarán el cargo de concusión el 26 de julio) le exigieron a Lyons 100 millones de pesos, para contrarrestar las declaraciones y ayudarle a diseñar una estrategia de defensa.

Esa es una de las pruebas que tiene la Fiscalía para desmentir la última estrategia del exfiscal, que asegura que no fue él quien presionó a Lyons (caso en el cual habría incurrido en el delito de concusión), sino que ocurrió al revés (con lo que se trataría de cohecho, delito en el que el funcionario es sujeto pasivo de la acción ilegal).

Poco después, en marzo, Moreno intervino en dos comités técnicos de seguimiento a la estrategia ‘Bolsillos de cristal’, el plan anticorrupción de la Fiscalía. En uno de esos comités se determinó que había pruebas para vincular al exgobernador a un proceso por celebración indebida de contratos y peculado por apropiación por el caso ‘puente Valencia’. Y luego se decidió vincularlo al caso del coliseo Miguel Happy Lora. 

Al final, Lyons estaba procesado por al menos 20 casos de delitos contra la administración pública. Lo que dice la Fiscalía es que Moreno no solo ofreció la información reservada, sino que filtró datos a los medios de comunicación para presionar al exgobernador.

“Con miras a concretar la cuantía de los dineros ya exigidos y el grado de colaboración que prestaría, Moreno, Pinilla y Lyons mantuvieron comunicaciones que fueron encriptadas por el servicio de mensajería de celular y pactaron una reunión en Miami (EE. UU).”, señaló la Fiscalía.

Lyons viajó el 23 de abril en compañía de su esposa, y el 26 de mayo de 2017, Pinilla también viajó a esa ciudad y se reunió con él. “Le dijo que su caso se estaba volviendo más fuerte y que la captura era inminente, pero que Moreno arreglaría todo y que la estrategia era desacreditar a los testigos que estaban declarando en contra”, aseguró el ente investigador.

Finalmente, el 15 junio, Moreno se reunió con Lyons y Pinilla en Florida. “En esa reunión –le dijo el fiscal Fabio Espitia a su excolega–, usted dijo a Lyons que podía evitar que fuera investigado en las indagaciones del coliseo y casos de hemofilia”.