El estudió confirmó la exposición a arsénico en los alrededores de la mina de ferroníquel, la cual se suma a la de NiO, mercurio y otros metales.
Por: Mauricio Castilla Castro y Oswaldo Marchena Mendoza.
En twitter, @pulsodeltiempo2 y @marchenojob.
El Departamento de Salud Pública de la Universidad Industrial de Santander, UIS, atendió en el año 2015, una invitación de los pobladores cercanos a Cerro Matoso, para realizar un estudio preliminar, con el propósito de explorar la percepción sobre fuentes de polución, efectos adversos en salud, y niveles de arsénico en cabello en individuos residentes cerca de la mina (Cerro Matoso).
Es oportuno recordar, que desde hace varios años indígenas de la comunidad Zenú, residentes alrededor de la mina de ferroníquel “Cerro Matoso” se quejan de efectos adversos en la salud.
El trabajo de campo de la UIS fue consecuencia de una solicitud de la comunidad y no un estudio científico formal; sin embargo se aclaró en su momento, que los investigadores cumplieron todas las normas nacionales e internacionales en estudios de salud con las comunidades indígenas, incluyendo a los niños.
Conclusiones.
El estudió confirmó la exposición a arsénico en los alrededores de la mina de ferroníquel, la cual se suma a la de NiO, mercurio y otros metales. Los investigadores recomendaron que, “Futuros estudios podrán explorar la ocurrencia de efectos adversos del arsénico como cáncer, dermatosis, hipertensión arterial, y trastornos reproductivos y cardiovasculares”
Procedimiento.
En octubre y noviembre de 2015, se llevó a cabo una visita de campo en Bocas de Uré, municipio de San José de Uré, una de las poblaciones más cercanas a la mina, para obtener información preliminar sobre la situación de salud ambiental en la región.
Primero, métodos cualitativos fueron utilizados para identificar la percepción del grupo, o interpretación y comprensión, de la contaminación y sus efectos sobre la salud humana. Quince personas con lesiones en la piel fueron examinadas y, por último, las muestras de cabellos fueron tomadas para explorar la exposición histórica al arsénico.
Examen de piel y cuantificación de arsénico en el cabello.
A quince individuos que llegaron al lugar donde se realizaron las sesiones de grupo nominal, se les observaron lesiones en la piel (hiper o hipo-pigmentación). Los dos médicos del equipo examinaron las lesiones en las personas y se decidió recoger muestras de cabello de algunas de las mujeres para medir el arsénico.
El informe señala que voluntariamente se tomaron 7 muestras de cabellos de mujeres que siempre habían vivido en la región y fueron enviadas a the Centre de Toxicologie du Québec del Institut Nacional de Santé Publique en Québec para el análisis, donde el arsénico se cuantificó mediante espectrometía de masas de plasma acoplado inductivamente.
Los médicos averiguaron acerca de algunas posibles fuentes ocupacionales y ambientales de exposición. Ninguno de los participantes tenía fuente conocida de exposición al arsénico; sin embargo (como sea), las minas son fuentes potenciales de arsénico, señaló el citado estudio.
Los resultados mostraron concentraciones de arsénico en pelo entre 0.001 y 0.26ug/g para los diferentes marcos de tiempo explorados.
Una de las conclusiones del estudio, señala que problemas respiratorios y oculares, así como lesiones en la piel son frecuentes entre los miembros de la comunidad. Los problemas respiratorios están asociados con el polvo que viene de la mina y los de la piel, del contacto con el agua.
Uno de los moradores de la zona le dijo al equipo de investigadores, “Los niños aquí mantienen con mucha gripa y con asfixia, por la contaminación”.
Una de las afirmaciones que más impactaron a los investigadores fue la de una señora de la zona que adujo, “Tengo una niñita de 5 años, que ella tiene todo el cuerpecito, lo tiene así saraviado, a penas la comencé a bañar con el agua de la quebrada, se le puso así, saraviado, es decir que la tiene con partes blancas, la espalda toda con paño”.
Este estudio, y la investigación que acaba de entregar Medicina Legal, deben llamar la atención de las autoridades ambientales y de salud, a parar el daño ambiental que está causando en la mencionada zona la empresa Cerro Matoso (South32).