En menos de 50 días se adjudicaron dos contratos con objetos semejantes, atender y elevar la calidad de vida del adulto mayor.

Por. Oswaldo Marchena Mendoza y Mauricio Castilla Castro.

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Sede de la alcaldía de Chinú.
Sede de la alcaldía de Chinú.

El pasado gobierno municipal de Chinú, bajo la orientación de su alcalde Orlando Medina Marsiglia, le confío la contratación a un selecto grupo de fundaciones, con una característica especial, las más beneficiadas estaban unidas por lazos familiares y de amistad. La Ventana investigó dicha contratación, y esto encontró.

La Fundación Mi Alegre Infancia, con Zunilda Ávila Fuentes, como Representante Legal, ejecutó toda clase de contratos con diferentes objetos, educativos, celebración de eventos especiales, atención al adulto mayor y a niños especiales. Ávila Fuentes es hermana de Apolinar Ávila Fuentes, Representante Legal de la Fundación Villa Soñada, que operó el Programa de Alimentación Escolar en dicho municipio durante los últimos 3 años.

Lazos familiares.

El 12 de febrero de 2013, la Fundación Mi Alegre Infancia, cuya Representante Legal es Zunilda Ávila Fuentes, firmó el Contrato número 020-2013, por valor de $139.995.255, con el propósito de apoyar a la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora del Carmen de Chinú, en el funcionamiento del Aula Especial y en la Atención Educativa con personal especializado a 40 niños especiales.

Dos meses después, el 16 de abril del 2013, La Fundación Villa Soñada, acordó con el municipio el Contrato Número 046-2013, por valor de 256 millones 94 mil 100 pesos, para operar en un tiempo de 100 días escolares el Programa de Alimentación Escolar, PAE. El Representante Legal de esta fundación, es Apolinar Ávila Fuentes, hermano de Zunilda Ávila, cabeza visible de la fundación Mi Alegre Infancia.

El 22 de abril del mismo año (2013), la Fundación Mi Alegre Infancia, celebró con la alcaldía un contrato por 20 millones de pesos, para “Coordinar y Ejecutar la celebración del Día del Niño”. El 23 de enero de 2014 se legalizó el contrato número 022-2014, por valor de 74 millones, 527 mil 654 pesos, entre el municipio y la Fundación Mi Alegre Infancia, para “Apoyo a la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora del Carmen del municipio de Chinú, en el funcionamiento y operación del Aula Especial y en la Atención Educativa a 55 niños especiales.

El 20 de marzo de 2014, volvió la Fundación Villa Soñada, (Recordemos que su Representante Legal es Manuel Apolinar Ávila Fuentes, hermano de Zunilda Ávila Fuentes, Representante Legal de la Fundación Mi Alegre Infancia), con el contrato número 039 de 2014 por valor de $378.599.364, para operar el Plan de Alimentación Escolar, en un tiempo de ejecución de 117 días.

El 25 de julio de 2014, La Fundación Mi Alegre Infancia, firmó el Contrato 081-2014 por valor de 74 millones 527 mil 654 pesos, también para “Apoyar a la IE Nuestra Señora del Carmen en el funcionamiento y operación del Aula Especial y en la Atención Educativa con personal especializado a 55 niños especiales.

El 3 de julio de 2014, se firmó el contrato 074-2014 con la Fundación Crecimiento y Desarrollo Social (nuevo jugador en la contratación), entidad que tiene como Representante Legal, a Lira Guevara Mendivil, por valor de 75 millones de pesos, para la “Elaboración del Diagnóstico y Caracterización Socioeconómica para el mejoramiento de la calidad de vida de los adultos mayores”, para ejecutarlo en 2 meses.

A pesar de este contrato, de nuevo, el 27 de agosto del mismo año (2014) se firmó el contrato número 088-2014, con la Fundación Mi Alegre Infancia, por valor de 444 millones 473 mil 656 pesos con el propósito de “Prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión para desarrollar el programa de Atención Integral al adulto mayor y coordinar el funcionamiento del hogar geriátrico en el municipio”. En menos de 50 días se adjudicaron dos contratos con objetos semejantes, atender y elevar la calidad de vida del adulto mayor.

Los mismos con las mismas en los contratos del 2015.

El 16 de febrero de 2015, la Fundación Mi Alegre Infancia, firmó con el municipio el contrato número 029-2015, por 400 millones de pesos, para desarrollar el programa de Atención Integral al adulto mayor y coordinar el funcionamiento del hogar geriátrico del municipio, en un tiempo de ejecución de 4 meses.

Sin embargo, esta misma fundación, Mi Alegre Infancia, legalizó el 2 de septiembre de 2015, el contrato 095-2015, por valor de 300 millones de pesos, con el objeto de: Prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión para desarrollar el programa de atención integral al adulto mayor y coordinar el funcionamiento del hogar geriátrico en el municipio.

El 23 de febrero de 2015, la alcaldía le entregó de nuevo a la Fundación Villa Soñada la operación del Programa de Alimentación Escolar, bajo el Contrato 031-2015, por valor de 272 millones 345 mil 40 pesos. Llama la atención que, a dicha fundación, le entregaron el contrato número 106 de 2015 por valor de 208 millones 418 606 pesos, “Para realzar actividades de desarrollo físico, recreacional cultural y nutricional a la población de adultos mayores en zona rural de Chinú. No se explica como una fundación que ejecuta un contrato de alimentación escolar, al mismo tiempo desarrolla otro con un propósito totalmente diferente, como es el de recreación cultural.

El 5 de marzo del mismo año (2015), La Fundación Mi Alegre Infancia, legalizó con el municipio el contrato número 036-2015, por valor de 74 millones 575 mil 655 pesos “Para brindar acompañamiento a la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora del Carmen de Chinú, en el funcionamiento y operación del Aula Especial y en la Atención Educativa con Personal especializado a 55 niños especiales”, en un tiempo de ejecución de 5 meses.

La Fundación Mi Alegre Infancia, también tiene el contrato número 105-2015, por valor de 144 millones de pesos, para “Coordinar las actividades tendientes a la realización de encuentros educativos para el fortalecimiento de la resiliencia familiar, a través del arte y la cultura, en las comunidades más vulnerables, víctimas de la violencia, ubicadas en zona rural de Chinú.