En una distancia de casi 50 kilómetros, de la doble calzada entre Cereté-Lorica, solo existen tres retornos habilitados. Esto hace que muchos vehículos de los habitantes de esas zonas del Bajo Sinú, tengan que hacer grandes recorridos para tomar los giros correspondientes. 

El primer retorno está a la salida de Cereté, en la intersección de la vía que viene de los lados de San Carlos; el segundo se halla antes del peaje de Mata de Caña, Lorica y el último se encuentra entre las entradas de los corregimientos de Palo de Agua y Nariño, también en Lorica.

Esa situación ha generado inconformismo entre las comunidades del Bajo Sinú. Es así como hay ejemplos en dos municipios intermedios: San Pelayo y Cotorra, que no tienen retornos para ingresar o salir de sus poblaciones. Tampoco lo tienen los corregimientos de Pelayito, Carrillo, Sabananueva, Abrojal, Guayabal y Los Gómez.

El mismo problema existe en los corregimientos de Palo de Agua, Cotocá Arriba, municipio de Lorica y las veredas de Guamal y Sarandelo. Los conductores tendrán que pasar el peaje de Mata de Caña, hacer el retorno y volver a cruzar el peaje para dirigirse a la capital del Bajo Sinú.

Pero existe un inconveniente todavía más grave y que preocupa a los moradores de esa subregión. Los habitantes de Carrillo y Mata de Caña, no podrán sepultar a los muertos como Dios manda.

Resulta que la mayoría de esas poblaciones están ubicadas entre el río Sinú y la doble calzada Cereté-Lorica. Y para llegar a los cementerios hay que cruzar la carretera. Pero al no existir retornos, por donde la funeraria pueda hacer el giro para arribar al campo santo, se convierte en un serio problema para los pobladores.

Dirigentes de las dos localidades dijeron que es necesaria e indispensable la construcción de retornos en esos lugares, puesto que los muertos merecen ser sepultados sin tantas vueltas.

Los querellantes recordaron que cuando Autopistas de la Sabana estaba construyendo la doble calzada Aeropuerto-Cereté, no tenían contemplado construir retornos en Mateogómez y El Retiro de los Indios. Pero por presión de la comunidad terminaron construyendo los retornos en esos corregimientos. “A Mateogómez, le hicieron hasta un puente peatonal”, dijo uno de los denunciantes.

En ese contexto, los habitantes de esas localidades del Bajo Sinú solicitaron a la empresa concesionaria Ruta al Mar, que por favor construya cuatro o cinco retornos más, con el propósito de que haya una mayor facilidad para movilizarse por la nueva vía.