- Desarrollar capacidades para que las comunidades puedan resolver sus conflictos, adoptar prácticas de cuidado y restauración y propiciar escenarios de reconciliación, es lo que busca Espacios de Paz y Reconciliación.
- La iniciativa es liderada por la Fundación para la Reconciliación, Coca-Cola FEMSA y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
- El proyecto integra metodologías creadas por la ARN y la Fundación para la Reconciliación, entre ellas las Escuelas del Perdón y la Reconciliación (ES.PE.RE), desarrollada por la Fundación en más de 19 países y reconocida por la Unesco como práctica creadora de paz.
Con el fin de reconstruir el tejido social en las comunidades afectadas por el conflicto en Colombia, la Fundación para la Reconciliación, Coca-Cola FEMSA y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), se dieron a la tarea de llevar a Tierralta (Córdoba) y Barrancabermeja (Santander), municipios en donde se ha vivido la guerra de forma latente, la iniciativa Espacios de Paz y Reconciliación.
La llegada de esta iniciativa a dichos municipios, permitirá que los habitantes transformen positivamente sus imaginarios y generen mayor empatía para convivir de forma pacífica. Con el programa se beneficiarán cien personas en ambos municipios, sumado a los beneficiarios indirectos, quienes también se favorecerán gracias a la mejora de una infraestructura física comunal contemplada en el proyecto.
Desde 2009, Coca-Cola FEMSA ha contribuido con el objetivo de construir una Colombia en paz. “Hemos construido una plataforma de paz con varias iniciativas, entre ellas Espacios de Paz y Reconciliación, con el objetivo de aportar en la reconstrucción del tejido social, basados en la promoción de valores y prácticas de perdón y reconciliación en todo el país.” mencionó Silvia Barrero, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Coca-Cola FEMSA.
En dónde trabajaremos
El trabajo con comunidades fue clave para determinar la zona a donde llegaría el proyecto este año. “La Agencia para la Reincorporación y la Normalización viene trabajando desde hace varios años en los municipios, a donde ha llegado con distintas iniciativas que buscan fortalecer a los territorios con herramientas que propicien la reconciliación, la sana convivencia y el cierre de círculos de violencia históricos”, afirmó Joshua Mitrotti, director general de la ARN.
En Tierralta, desde el año 2010 se ha implementado la estrategia de prevención del reclutamiento ‘Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento’. Además, la articulación institucional en el territorio ha permitido que se reconozca a las comunidades y trabajen en la formulación de proyectos que busquen una mejora en las condiciones de vida de estas personas.
Los Espacios de Paz y Reconciliación llegarán al barrio Nueve de Agosto, un lugar de invasión en donde habitan cerca de 16 mil personas, entre ellas víctimas del desplazamiento desde zonas rurales de Córdoba y personas en proceso de reintegración.
Por otro lado, Barrancabermeja fue seleccionado dado su proceso histórico con las comunidades más vulnerables, en las que la ARN ha trabajado para crear prácticas de sana convivencia y reconciliación. El barrio Arenal, ubicado en la Comuna 1, es el sitio al que llegará el proyecto en el que se busca reconstruir el tejido social de esta zona estratégica del Magdalena Medio. Este sector de invasión alberga a cerca de 9 mil personas.
Cómo se desarrollan estos Espacios de paz y reconciliación
El proyecto tiene tres fases: la primera, se concentra en la superación de heridas personales causadas por conflictos a través del desarrollo de las Escuelas del Perdón y Reconciliación (ES.PE.RE.); La segunda fase, desarrolla habilidades ciudadanas para la resolución de conflictos desde un enfoque restaurador. Y la tercera, invita a la comunidad a concertar una obra física de beneficio comunitario y símbolo de reconciliación.
“Durante estos años de alianza, hemos demostrado el poder del trabajo intersectorial. Comunidades de 11 ciudades han visto fortalecidas sus capacidades para la reconciliación. Celebramos el impacto que ha tenido este proyecto en el cambio de narrativas, transformación de prácticas y resignificación de espacios. Sin duda, es un proceso que el país debe conocer y replicar, pues es muestra de que es posible restaurar y construir paz”, resaltó Leonel Narváez, Presidente de la Fundación para la Reconciliación.
Desde 2012, la iniciativa ha llegado a 11 ciudades de Colombia como Ibagué, Montería, Santa Marta, Pereira, Villavicencio, Barrancabermeja, Yopal, Valledupar, Cali, Neiva y Pasto, vinculando a cerca de 891 participantes, de los cuales 630 han sido personas en proceso de reintegración, al mismo tiempo que se han beneficiado a más de 23 mil miembros de la comunidad.