¿Estará esperando Eectricaribe más muertos de usuarios, para por fin ofrecer un servicio seguro?

No se puede continuar con una empresa que no tiene la capacidad técnica para preservar la vida de sus usuarios.

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.

En twitter @marchenojob

El asunto del mal servicio de Electricaribe entró en un escenario bien oscuro, ahora ya no estamos hablando solo de tarifas altas y abusos de la empresa, la ineficiencia y fallas en la operación de la misma están cobrando la vida de usuarios, de personas que han fallecido como consecuencias de sobrecargas eléctricas.

Según datos de la Red Caribe de Usuarios de los Servicios Públicos, desde el 2004 hasta el año 2012 en la Costa Atlántica se registraron 529 decesos por descargas eléctricas en las redes o en electrodomésticos que funcionan con energía, es decir, se trata de accidentes mortales debido a fallas en el sistema de energía a cago de Electricaribe. Aún nos faltan los muertos de los últimos 3 años y los accidentes fatales del 2016.

Los muertos de Electricaribe en el municipio de San Carlos.

José Joaquín y Johnny Herrera, son las últimas víctimas mortales de repentinas descargas eléctricas en hogares de Córdoba, el caso de estos dos miembros de una misma familia, padre e hijo, vuelve a poner en el radar de la opinión pública a la prestadora Electricaribe, y por la forma cómo ocurrieron los hechos, los primeros análisis indican que los mismos se originaron por fallas en el servicio. A mí me preocupa que Electricaribe tras conocer los acontecimientos, salga a decirle a la opinión pública que ellos adelantarán una investigación; uno supone que en un asunto tan delicado donde hay dos muertos, por lo menos la investigación la realice la Superservicios.

Los hechos del municipio de San Carlos tienen un ingrediente que debe ser clave en la investigación, y es que los accidentes de padre e hijo, ocurrieron en viviendas diferentes. En las redes sociales y medios locales de comunicación se dice que los cables de alta tensión cayeron sobre las líneas secundarias y estas mandaron el alto voltaje a las redes internas de las viviendas, donde además se habla de dos personas heridas y varios electrodomésticos dañados.

Un veedor de servicios públicos que habita en un barrio del sur de Montería, me dijo en una ocasión, que, si reuniéramos todos los electrodomésticos dañados en los hogares de Córdoba, por las repentinas subidas del voltaje, necesitaríamos varias hectáreas de tierra para depositarlos. ¿Estará esperando Eectricaribe más muertos de usuarios, para por fin ofrecer un servicio seguro?

En la vereda Villa de Leiva, perteneciente al municipio de San Carlos, donde ocurrieron los lamentables accidentes, sus habitantes aún no entienden como en unos días santos, cuando muchos esperan la visita de un familiar lejano, la tragedia tocó el hogar de los Herrera. José Joaquín Herrera Cordero, la primera de las víctimas de 75 años de edad, murió cuando al ver que la energía subía y bajaba, decidió desconectar la nevera, y recibió una fuerte descarga al momento de tocar el enchufe. Johnny Alberto Herrera, de 47 años hijo de José Joaquín, corrió con la misma mala suerte cuando observó que los cables de la cocina se prendieron, e intentó cortarlos con una pinza para evitar que la casa se quemara. Si a los últimos ministros de minas que han desfilado por dicha cartera, en su mayoría costeños, no les importaron los electrodomésticos dañados, los atropellos de Electricaribe, ni el bolsillo de los habitantes de la Costa, por lo menos debieron meditar y actuar ante la muerte de tantos ciudadanos indefensos en sus hogares por las incontrolables descargas eléctricas.

El Plan Caribe 5 apunta a ser parte de la solución a la prestación del servicio de energía en la costa Atlántica, el mismo habla de fuertes inversiones estatales y por parte de Electricaribe, pero no dice en ninguno de sus apartes que después de instalada la prometida infraestructura eléctrica se deba cumplir con unas metas que eviten accidentes en el hogar, debido a las sobrecargas de energía que suelen presentarse.

El nuevo escenario de batalla jurídica para las organizaciones de la sociedad civil, grupos políticos y de ciudadanos que quieren expulsar a Electricaribe de la Costa Atlántica, entre los cuales me encuentro, es el derecho fundamental a la vida, no se puede continuar con una empresa que no tiene la capacidad técnica para preservar la vida de sus usuarios. Podemos seguir llenando un cementerio con electrodomésticos quemados, pero no de usuarios de Electricaribe víctimas de descargas de energía en hogares del caribe.

Por caso semejante al de San Carlos, Electricaribe fue condenada en Barranquilla.

Es oportuno recordar que el Juzgado Primero Civil del Circuito condenó civilmente a la empresa Electricaribe, al pago de 140 millones de pesos, como indemnización por la muerte de la señora Miriam Sevilla Payares, quien falleció electrocutada en el barrio San Carlos de Barranquilla el 17 de agosto de 2008.

Tras demostrarse que el fallecimiento de la mujer ocurrió por causas relacionadas con el servicio de Electricaribe, el juzgado decidió declarar responsable a la empresa por la muerte de la ama de casa, quien el día de su muerte se disponía conectar una lavadora a un tomacorriente de la casa, cuando se produjo una inesperada subida en el voltaje de energía en el sector, lo cual propició a que la víctima recibiera una fuerte descarga eléctrica. Esta sentencia fue apelada por Electricaribe ante el Tribunal, entidad que confirmó la sentencia.

Independiente de las luchas jurídicas de familiares de víctimas mortales de Electricaribe, a las angustias y rabias que sentimos los usuarios por la empresa, ahora se suma el miedo que nos atrapa en nuestros propios hogares, porque sabemos que Electricaribe no nos brinda un servicio seguro que nos garantice la vida.