Oswaldo Marchena Mendoza.

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.

En twitter, @marchenojob

Durante el año 2015, producto de accidentes de tránsito en dicho corredor, fallecieron 4 personas, 13 más perdieron la vida en el 2016, mientras que en lo que va corrido del presente año ya van 6 muertos por culpa de la accidentalidad vial.

Todas las muertes duelen;  pero quizás las que más duelen, son las vidas que se apagan en accidentes de tránsito, y duelen mucho, porque en su gran mayoría se pudieron evitar. Basta que las entidades de tránsito sean institucionalmente fuertes para imponer sobre las vías, cultura de seguridad vial, infraestructuras seguras y aplicación de la normatividad de tránsito.

La O.M.S. ha catalogado la accidentalidad vial como una de las principales epidemias de nuestra sociedad.  De hecho, en un estudio realizado conjuntamente con el Banco Mundial, los accidentes de tránsito aparecen como la séptima causa de morbilidad en el planeta. La perspectiva para el año 2030 es que ascienda al quinto puesto. Esta “epidemia” es la primera causa de muerte de las personas menores de 40 años a escala mundial.

En el caso de Colombia y de Bogotá, los accidentes de tránsito representan la segunda causa de las muertes violentas. La principal causa de muerte en el país son los homicidios (60,5%), seguida de los accidentes de tránsito (21%).

Las vidas perdidas en la vía Cereté-Lorica.

En Córdoba, quienes seguimos de cerca los temas de movilidad y seguridad vial, venimos insistiendo sobre el peligro que significa viajar entre Cereté y Lorica, donde la accidentalidad vial viene creciendo de forma exponencial. Hay estudios del gobierno Nacional que la consideran el tramo de carretera más peligroso de la Costa Atlántica.

Basta con mirar algunas cifras sueltas: Durante el año 2015, producto de accidentes de tránsito en dicho corredor, fallecieron 4 personas, 13 más perdieron la vida en el 2016, mientras que en lo que va corrido del presente año ya van 6 muertos por culpa de la accidentalidad vial. En el 2015 dichos accidentes dejaron 17 heridos, cifra que se superará este año, debido a que a la fecha ya van 13 personas heridas.

Entes territoriales ajenos a la accidentalidad vial.

Son muchas las causas de los accidentes de tránsito en dicha vía, pero la queja más reiterada de los usuarios de la misma es: “Demasiado angosta en ciertos sectores, falta de bermas (parte exterior de la vía, destinada al soporte lateral de calzada para el tránsito de peatones, semovientes y en emergencia para estacionar carros”. Las mismas sirven para esquivar cualquier vehículo que por algún motivo revista peligro.

Es una vía con gran cantidad de poblaciones a lado y lado, lo cual ocasiona un gran flujo de tráfico de motos, bicicletas y gran cantidad de semovientes se trasladan por la citada calzada.

Con las cifras que se conocen de accidentalidad en dicha vía, es suficiente para que las autoridades nacionales, departamentales y municipales de tránsito, se sientan a diseñar un verdadero plan de seguridad vial para implementar en dicho corredor, algo que no ha sucedido, tal vez porque 23 muertos, para dichas autoridades y entes territoriales, no es una cifra relevante.

Según cifras de la Superintendencia Nacional de Puertos y Transporte, no portar Soat, no tener certificado de revisión técnico mecánica, o conducir motocicletas sin acatar las normas de tránsito, son algunas de las infracciones que más se registraron en Colombia durante el 2016. Estos indicadores inciden en los altos índices de accidentalidad en las vías del país, y el corredor Cereté-Lorica no es ajeno a los mismos.

Urge una decisión política.

El gobernador de Córdoba y los alcaldes de los municipios comprometidos en dicha vía, de la mano del ministro de Transporte, de la Supertransporte, así como de la nueva Agencia Nacional de Seguridad Vial (hasta ahora solo se conoce su nombre), y la Concesión Ruta al Mar, deben asumir el compromiso de estudiar a fondo las causas de la accidentalidad en dicho corredor, para luego adoptar la decisión política de combatir los accidentes de tránsito, en el llamado “Corredor de la Muerte”.