Los tentáculos de la corrupción parecen no dar tregua al desarrollo del Departamento de Córdoba. No siendo suficiente con haber acabado el gobierno de Alejandro Lyons, que hoy vive lujosamente en Miami, parece que su poder permanece en la estela política de las tierras cordobesas. 
Mucho se ha hablado de los actos de corrupción que significaron multimillonarias pérdidas para los recursos públicos de Córdoba, en los que se relaciona al exgobernador Lyons. En su prontuario se encuentran nexos que van desde el saqueo a los recursos del Programa de Alimentación Escolar hasta la apropiación indebida de dineros en programas de apoyo a las artesanías. El entonces gobernador a todo le aplicaba la regla del 30% para coimas, razón por la cual a sus 36 años creció política y económicamente de forma significativa. Se calcula que, solo en el caso del cartel de la Hemofilia que Lyons creó, se perdieron más de 50.000 millones del departamento.
Ahora bien, su influencia corrupta desde la lejanía se sigue sintiendo. Según investiga la Fiscalía y denuncian fuentes cercanas al departamento, alcaldes de ocho (8) municipios de Córdoba podrían estar siendo coaccionados por el exgobernador Alejandro Lyons. Se habla de mensajes que envía con extorsiones a cada uno, para que le apoyen las campañas políticas de sus familiares que hoy son candidatos al Congreso, como es el caso de Sara Piedrahíta Lyons que va en búsqueda de reelección para curul en Cámara de Representantes.
Según mismas fuentes, las extorsiones a distancia de Lyons se dan bajo la amenaza que le hace a los alcaldes, por el poder que tiene para relacionarlos a cualquiera de los escándalos en los que le indaga la Fiscalía. La cuestión es sencilla: si no apoyan a sus familiares, los “ensucia” con algún cartel. 
En caso de ser ciertos, los métodos ilegales de Lyons para mantener su estructura política serían entonces muy peligrosos. Todos en Córdoba le tienen miedo a sus prácticas, por lo cual muchos preferirían seguir sus órdenes a cambio de no arriesgarse a quedar inmerso en un montaje de corrupción.
Lo cierto es que si no se acaba el problema de raíz, el departamento de Córdoba seguirá perdido en manos de corruptos que se roban los recursos públicos y luego se van de vacaciones a Miami.
Tomado de: el folio.co