Javier Páez, especial para La Ventana de Córdoba.
San Pelayo. Ofriundo de San Pelayo y conocido por su particular estilo en el resto de los municipios de Córdoba, Darío Plaza Córdoba es conocido como“El maestro de la mímica”.
Plaza Córdoba se pasea en su caballo artesanal y con esmerados movimientos de jinete, provocala risa a todo aquel que lo ve, ya sea en el escenario o en la calle. Según los pelayeros, cada vaivén del caballo es organizado minuciosamente por “El maestro de la mímica”, quienasegura que adaptó elementos culturales como las cabalgatas y los desfiles folclóricos, y los mezcló con movimientos mudos, dejando que los signos hablen por sí solos y sin necesidad de explicar con palabras los actos que ejecuta con su fiel amigo, el caballito.
El animal, hecho de trapo y madera, divierte a propios y extraños que visitan la población. La experiencia en este oficio le ha permitido a Darío Plaza reconocimiento a lo largo y ancho del país. En Sincelejo, Cartagena, Barranquilla y de igual manera Bogotá, Medellín y Cali, es considerado un experto en el arte mudo.
“Monto mi caballo como si fuera real y le imprimo los ademanes y movimientos que estos tienen en su hábitat natural”, expresa Darío.
A su vez, los familiares de Plaza Córdoba señalaron orgullosos que “este maestro de la mímica es contratado para animar fiestas de políticos y jueces en distintas latitudes cordobesas”.
Una anécdota
“En una visita a Santa Marta me encontré a un señor y este me indicó: – Usted, sin echar siquiera un solo chiste, nos hizo reír a carcajadas a todos. Es un buen comediante y un artista mudo -. Eso fue muy bonito, casi me hace llorar el cumplido”, contó Darío.
El día que nació el personaje
Era el año 1990, en pleno Festival del Porro, y Plaza Córdoba se disponía en compañía de algunos parientes a participar en la comparsa, donde iban a recrear un viaje de ganado “jarreado” por caballos de palo. Desde aquel memorable momento, Darío y su caballo inspiran alegríay evocan el acontecer de los pueblos de Córdoba.