Para Gas Natural Fenosa como para los otros agentes del sector, la presencia del Gas Natural Licuado en el país le permite vislumbrar un futuro en el que el abastecimiento de gas estará garantizado, informó Alberto González Santos Country Manager del negocio de gas, en el marco del Taller de Periodismo y Gas, realizado en conjunto por esta empresa y la Universidad de los Andes.
En este sentido, destacó la construcción de la planta de regasificación de Cartagena, la cual se convierte en el primer movimiento hacia una integración de Colombia en el mercado internacional de gas, así como ha ocurrido en otros países como México, Chile, Perú o Argentina, los cuales entendieron las ventajas de importar gas para complementar su producción local.
El Country Manager de Gas de Gas Natural Fenosa, indicó que está bien que Colombia siga aprovechando el gas producido localmente para atender su mercado interno mientras sea posible, pero la opción de importar gas le concede unas ventajas indiscutibles, como es el hecho de poder suministrar gas a las plantas térmicas en períodos de sequía por el fenómeno de El Niño.
Igualmente, señaló que en la actualidad existe una tensión de abastecimiento de gas para la demanda térmica, que tiene su origen en las limitaciones de infraestructura y la firmeza de los contratos. La situación es que Colombia cuenta con un parque de generación dependiente de plantas hidroeléctricas, que abastecen normalmente cerca del 70% de la
demanda eléctrica del país y en períodos de escasez de lluvias la energía que no es generada por éstas es suplida por plantas térmicas de gas, lo que origina que su consumo aumente de modo significativo. Por lo tanto, la dificultad estriba en atender una demanda que varía notoriamente de unos años a otros, incluso de unos meses.
Precisó que sobre esta situación existen dos temas fundamentales. Por una parte, es necesario que se establezcan mecanismos que flexibilicen el suministro de gas para la demanda térmica. Por otro lado, incentivar el aumento de capacidad en el sistema de transporte para acomodar una demanda incremental como la térmica.
Finalmente, González Santos dijo que un fenómeno de El Niño se traduce en una gran volatilidad de los precios de la bolsa de energía. En Colombia tenemos la posibilidad y beneficio de disfrutar de un costo menor de ésta, durante el período de generación con plantas hidroeléctricas y sólo en épocas de alta sequía o fenómeno de El Niño, es que el precio sube y los consumidores pagamos un mayor valor. Hay países que se ven en la necesidad de pagar un alto costo por ella, de manera permanente.