Tres tragedias tejidas con la misma materia prima; drogas, locura y violencia.
De nuevo las drogas jugaron un papel letal en otra tragedia que dejó a muchos habitantes de ese municipio del bajo Sinú sumidos en sus tristezas y tribulaciones.
Por: Oswaldo Marchena Mendoza.
@marchenojob
Cuando un loco drogadicto destrozó con restos de vidrios la humanidad del sacerdote Luis Alfonso León Pereira, después de saciar su locura contra el anciano exalcalde, hasta apagarle la vida, surgió en Montería un gran debate sobre la presencia de los llamados, “habitantes de la calle”, para no utilizar la expresión peyorativa, “desechables”, y el peligro que representan para las personas de bien.
Aquella tarde del 15 de julio del 2015, el Padre León fue asesinado por un indigente con el cerebro “embutido” de drogas, que ingresó a una parroquia del bario Sucre, a donde por cosas del destino el exalcalde de Montería había llegado días antes a reemplazar al sacerdote titular de esa iglesia. Testigos aseguraron entonces que el “Cura León”, se dio cuenta que el sujeto intentaba robar en dicha parroquia y por eso fue atacado por el “loco drogadicto”.
A mi esa muerte me dolió mucho porque fui alumno del Padre León y años después cuando él fue electo alcalde de Montería, me pidió que lo acompañara en la oficina de prensa de su administración. Días después de aquella tragedia que enlutó a Montería, la periodista Nidia Serrano, escribió en el periódico El Universal, “Las alarmas sobre el creciente número de habitantes de la calle, que habla de más de 700, se prendieron luego del crimen del sacerdote Luis Alfonso León Pereira a manos de uno de ellos”.
“Su muerte hizo visible un problema que se percibía en los semáforos, en los puentes y especialmente en el barrio Sucre, donde están ubicadas varias “ollas” para el expendió de drogas”, señaló la comunicadora.
La vida continuó y seguramente llegaron algunos partidos de la selección Colombia y días después el foco de la opinión pública se centró en las elecciones regionales del año 2015. Como todas las tragedias que ocurren en este país, el crimen del pastor exalcalde pasó al olvido. “Después de una gran calamidad la dimensión de los problemas sufre un proceso de achicamiento”, escribió, Héctor Abad Faciolince en su obra, “El olvido que seremos”.
Uno de los logros del actual Secretario de Gobierno de Montería, Arturo Mercado, fue precisamente haber liderado junto a la policía una serie de acciones contundentes contra muchas de esas llamadas “ollas de vicio”; sin embargo queda una tarea pendiente con todas esas personas que ya fueron atrapadas por el “vicio” y que observamos a diario deambulando por las calles, desde donde nos vigilan, esperando la oportunidad para robar algo que les sirva para vender y comprar en los sitios de narcomenudeo.
La exalcaldesa que fue asesinada en su propia vivienda.
Casi tres años después, el 25 de junio de 2018, en circunstancias parecidas, otra persona con problemas de drogadicción escribió una página de dolor y tristeza, al asesinar con arma contundente en San Bernardo del Viento, a la exalcaldesa de ese municipio, Amada Genes Negrete. Los colegas que cubrieron la noticia en esa localidad confirmaron que el asesino tenía ganada la confianza de la víctima y que conocía a la perfección el interior de la vivienda.
“El sindicado muchas veces iba por la mañana a tomar café donde Amada”, me dijo un exalcalde cuando fui a San Bernardo del Viento a tratar de armar una crónica después de aquel hecho lamentable. Diferentes especulaciones se armaron alrededor del crimen, pero lo cierto, lo concreto es que la persona que le causó la muerte tenía en ese entonces problemas con el consumo de sustancias alucinógenas.
Debido a que posiblemente la Fiscalía no tuvo en su poder pruebas consistentes, o quizás porque la familia de la asesinada exalcaldesa decidió abandonar el proceso penal, la persona sindicada del crimen quedó libre. Ello es un asunto de la justicia penal, y debo aclarar que el tema que me ocupa tiene que ver con la relación de las drogas con algunas tragedias y la apatía de las autoridades para atacar este problema.
Asesinan a reconocida comerciante en Lorica.
El pasado 20 de octubre del presente año, un sujeto, al parecer drogado asesinó a golpes a Carmen Herrera Morales, una reconocida comerciante del municipio de lorica. Los medios locales informaron que alias “El Nucita”, logró romper las cerraduras de la residencia de la víctima, donde de forma demencial la golpeó sin piedad hasta acabar con su vida.
De nuevo las drogas jugaron un papel letal en otra tragedia que dejó a muchos habitantes de ese municipio del bajo Sinú sumidos en sus tristezas y tribulaciones. Su hija narró desolada la forma como encontró a su señora madre en medio de un charco de sangre y el rostro desfigurado por los golpes y sin el más mínimo aliento de vida.
Recursos de promoción y control.
Volviendo al capítulo en la novela del Padre León, me llamó al día siguiente del crimen un exalcalde del bajo Sinú, y me contó que la Gobernación de Córdoba y los municipios cuentan con unos recursos que se denominan de “Promoción y Prevención”, y que de ese rubro deberían salir los dineros pata atender los problemas de salud mental (drogadictos, enfermos mentales), y que esa Promoción y Prevención” debe hacerse desde las Instituciones Educativas, para evitar que los niños, jóvenes y adolescentes se dejen atrapar por el mundo oscuro de las drogas.
¿Cómo se están invirtiendo los recursos de Promoción y Prevención en los entes territoriales?, en las respuestas encontraremos parte de las soluciones al drama que se vive en las calles cuando tenemos que caminar en medio de personas que sin darte cuenta, en cualquier momento pueden atentar contra tu vida. Ya le ha sucedido a muchas personas y hoy quise en esta columna volver a contar la historia de Tres tragedias tejidas con la misma materia prima; drogas, locura y violencia.
Un dato para terminar, en el departamento de Sucre se esfumaron 5 mil millones de pesos bajo la figura del cartel de los enfermos mentales. La información tiene que ver con hallazgos detectados por la Contraloría General de la República en los recursos del Sistema de Seguridad en Salud en la Gobernación de Sucre en los años 2012-2015.