Sería bueno observar a miembros del CTI incursionar al club El Nogal de Bogotá, en uno de esos eventos que sirven para reunir a la burguesía capitalina y capturar a algunos de estos personajes importantes, en medio de cámaras de televisión, luces y sonido.

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.
En twitter, @marchenojob
Los contundentes golpes a la corrupción de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez Neira, por momento nos trasladan a un país donde por fin las instituciones encargadas de investigar y castigar el delito están funcionando; sin embrago, muchos nubarrones aparecen sobre la gestión del exministro de Presidencia (Gabinete de Santos), y antiguo defensor de los grupos económicos más poderos del país.
La gestión del Fiscal Néstor Humberto Martínez Neira, se vio empañada desde que el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo señaló que Martínez Neira incurrió en una falta grave al no declararse impedido para investigar a Odebrecht, tras asegurar que los vínculos personales y profesionales del Fiscal con el empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuya empresa Episol figura como socia de Odebrecht en el contrato de la Ruta del Sol y el otrosí de Ocaña Gamarra, presentan un impedimento para su accionar como ente investigador en dicho caso.
De Reficar al coliseo Happy Lora.
En días pasados, el Contralor Edgardo Maya Villazon, señaló a los posibles responsables de mayores costos en la modernización de la Refinería de Cartagena y se refirió a altos funcionarios y exfuncionarios del gobierno. Maya Villazon anunció un proceso de responsabilidad fiscal monumental, sin precedentes en la historia del país, por 6.080 millones de dólares, es decir, cerca de 17 billones de pesos, contra 38 personas, entre ministros, exministros, miembros de juntas directivas de Ecopetrol y Reficar, funcionarios de las dos empresas y algunos contratistas.
De acuerdo a la lectura que se hace del expediente Reficar, es un hecho que la Refinería de Cartagena costó el doble de lo planteado en un comienzo por el contratista internacional CB&I, al pasar de 3.777 millones de dólares a 8.016 millones.
Por otro lado, las demoras y los sobrecostos en la construcción del coliseo Miguel “Happy” Lora, que se entregó solo en abril del presente año, con cuatro años de retraso, hace parte del expediente de la Fiscalía que originó las capturas del alto consejero presidencial para las regiones, Carlos Eduardo Correa y del actual mandatario de Montería, Marcos Daniel Pineda García.
El coliseo tuvo una inversión de 12 mil millones de pesos, cuyos recursos salieron de las regalías transferidas por el Gobierno Nacional. En septiembre del año pasado, la Contraloría General advirtió que en dicho contrato “se encontraron fallas en la planeación, supervisión, calidad de la obra, contratación e incumplimiento”. El organismo de control señaló en ese momento que se había registrado un hallazgo fiscal por el orden de los 4 mil 586 millones de pesos.
Diferentes raseros.
Será la justicia la encargada de determinar al final que tipo de delitos (si fue que los hubo), se cometieron en los dos casos, y qué sanciones se impondrán en caso de encontrar culpables. El asunto es que mientras los involucrados en el caso Reficar (el proceso de responsabilidad fiscal más grande del país), exministros, ministros y altos funcionarios, siguen en sus cargos como si nada, por el contrato del coliseo Miguel “Happy” Lora, están detenidos un exalcalde y el actual mandatario de Montería.
En Reficar se habla de un proceso de responsabilidad fiscal contra 38 personas por 17 billones de pesos, (no hay detenidos), donde la Contraloría logró establecer que la obra pasó de un costo inicial de 3.777 millones de dólares a 8.016 millones. Sería bueno observar a miembros del CTI incursionar al club El Nogal de Bogotá, en uno de esos eventos que sirven para reunir a la burguesía capitalina y capturar a algunos de estos personajes importantes, en medio de cámaras de televisión, luces y sonido.
De no ser así, si siguen libres los sindicados de este gran golpe a las finanzas del país, en el sonado caso Reficar, entonces debemos concluir, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una Fiscalía que imparte justicia selectiva, y que mide con diferentes raseros los casos con presuntos hechos de corrupción.
Es oportuno concluir que en el tema Reficar, así como del coliseo Miguel “Happy”, Lora, no hay condenados, solo sindicados, con la diferencia que en el caso de los primeros se están defendiendo desde sus cargos, mientras que en el otro, comenzaron su defensa detenidos.