El presidente Gustavo Petro abrió la posibilidad de que el Gobierno dé por concluida la mesa de negociación con el ELN, luego de que este grupo detonara una volqueta con explosivos en una base militar en Arauca, causando la muerte de dos soldados.
«Es un acto que cierra un proceso de paz con sangre. Es un ciclo interminable, silenciar a una parte del pueblo y continuar en guerras fratricidas, como si esa fuera nuestra historia. Es difícil cuestionarnos si continuaremos por este camino. Parece que quienes no pertenecen a una élite específica no tienen lugar aquí. El resultado es que seguimos matándonos entre nosotros», afirmó el mandatario.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también se pronunció, señalando que el ELN había desperdiciado una oportunidad histórica para avanzar hacia la paz. «El mensaje del presidente es claro. No se puede continuar con una mesa de negociación mientras nuestros soldados y civiles son víctimas de la violencia. El ELN no entendió la política de paz y persiste en la violencia, afectando a los colombianos», manifestó.
Por su parte, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, aplaudió la decisión de terminar los diálogos, afirmando que el Estado debe ahora actuar con toda su fuerza contra el ELN, que ha traicionado a los colombianos. «Este proceso nació fallido. Llevábamos tiempo advirtiendo que no tenía sentido seguir negociando con una guerrilla que, gobierno tras gobierno, ha demostrado no tener voluntad política. Aunque es una decisión acertada, llega tarde, la mesa debió levantarse antes», expresó Cepeda.
El ataque que llevó a esta determinación ocurrió la mañana del martes en la base militar de Puerto Jordán, en Arauca. Según reportes, los militares estaban en un proceso de capacitación cuando fueron alcanzados por seis proyectiles tipo «tatucos». El Ejército Nacional informó que el ataque dejó 27 militares heridos, seis de ellos en estado crítico, y confirmó la muerte de los soldados Bayron Andrés Correa Vargas y Julián Patiño Arango.