Un número aproximado a las 150 familias de los indígenas Embera-Katíos se desplazaron de la comunidad de Wima hacía a Nehondó en las riberas del río Sinú. Al lugar llegaron, el sábado anterior, tres helicópteros del Ejército los cuales al aterrizar atemorizaron a los nativos, algunos de los cuales se arrojaron al río y otros se escondieron en los montes.
Un menor de los aborígenes, que se tiró al río, está desaparecido de acuerdo con el representante de la autoridad indígena de los Embera-Katios, Yeferson Domicó. Otras de las personas estuvieron a punto de ahogarse y tuvieron que ser auxiliadas, con chalupas que tienen motores fuera de borda.
El líder indígena dijo que por lo que ha averiguado, las tropas del ejército pertenecen al grupo Antinarcóticos de esa organización militar. Sin embargo, precisó que en ese lugar no existen cultivos de drogas ilícitas.
Los miembros de la etnia, que hacen parte de la comunidad Wima, se trasladaron a un pueblo vecino llamado Nehondó. Los mismos estarían dispuestos a desplazarse al perímetro urbano del municipio de Tierralta.
Uno de los indígenas dijo que ellos no están acostumbrados a ver que en sus comunidades bajen esa clase de aeronaves, por lo que el impacto y el susto que recibieron fue bastante grande.
Además del susto y el desplazamiento de los nativos, también fueron dañados algunos cultivos de plátano, maíz y cacao. Lo mismo que varias viviendas de los moradores en la zona resultaron averiadas.
Hay que destacar que las viviendas de los indígenas Embera-Katíos, en su mayoría son hechas con palma amarga y cercadas con bareque, lo que hace que dichas construcciones sean bastante frágiles.
Por su parte, el alcalde de Tierralta Daniel Montero Montes dijo que, en horas de la mañana de este lunes 26 de septiembre de 2022, se estarán reuniendo en esa localidad con el propósito de analizar la situación registrada con los aborígenes.
Hay que señalar que las autoridades han informado que en la zona del Parque Nacional Natural Paramillo existen grandes extensiones de cultivos de coca, donde estarían involucrados grupos armados al margen de la ley.
En aras del equilibrio periodístico se estuvo buscando la versión de la Undécima Brigada con sede en Montería, sobre este particular, pero al momento de redactar la presente nota no había habido respuesta.