En Colombia un millón 750 mil niños y niñas de Primera Infancia, están en sus casas esperando la atención de los programas del ICBF

Muchos de estos niños y niñas, sobre todo en las zonas rurales de Córdoba, solo cuentan con las raciones que les brindan en los CDI. En plata blanca se puede decir que hoy están pasando hambre

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.

@marchenojob

Ningún sector en este país ha sido tan atropellado y vulnerado como el de las madres comunitarias. Muchas de ellas hoy se encuentran viejas y enfermas tiradas en un rincón de sus hogares (en esos mismos espacios donde con amor y paciencia entregaron sus mejores años cuidando, alimentando y educando niños y niñas). Llenaron un vacío que dejaba el Estado y hoy ese aparato estatal les cierra las puertas a una pensión digna.

Hoy en Colombia las madres comunitarias transitadas no han iniciado sus labores porque el famoso Banco de  Ofererentes, el mismo que se inventó Cristina Plazas, junto a Karen Abudinen, a su paso por el ICBF, aún no ha seleccionado los operadores (fundaciones que administran los recursos del ICBF).  Estamos ya en la segunda semana de febrero y centenares de madres comunitarias transitadas, las que se educaron para salir de sus casas y laborar en los CDI, están sin contratos, ni ingresos y sin seguridad social.

“Hace rato que en esta casa no se lava la bolsa de colar el café”, me dijo una madre comunitaria,  que se la pasa mirando el celular a la espera de la llamada del operador. Asiste a todas las protestas que se programan. Todos los días, muy temprano las vecinas le tocan la puerta, averiguando si ya pueden llevar los niños a los CDI.

De otro lado, solo en Córdoba  alrededor de 89 mil niños y niñas en su mayoría de hogares humildes están sufriendo en sus casas, a la espera que inicie la operación de los programas del ICBF. Muchos de estos niños y niñas, sobre todo en las zonas rurales, solo cuentan con las raciones que les brindan en los CDI. En plata blanca se puede decir que están pasando hambre.

De Cero a Siempre.

Gracias a una iniciativa del entonces Representante a la Cámara de Córdoba, Eduardo José Tous de la Ossa, “Joche Tous”, en mayo del año 2016, el Programa de Cero a Siempre para la primera infancia se convirtió en política de Estado Permanente. Los esfuerzos del congresista cordobés permitieron que la plenaria del Senado aprobara la ley por medio de la cual se estableció una política de Estado para el desarrollo integral de la primera infancia. 

Con la aprobación y posterior promulgación de la Ley 1804 de 2016, el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos,  quiso demostrar su compromiso con la primera infancia del País. La Estrategia Nacional de Atención Integral de la Primera Infancia asumió el compromiso de aunar esfuerzos de los sectores público y privado, de las organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional a favor del a primera infancia en Colombia.  

Llama la atención que la iniciativa buscó consolidar a la primera infancia como una población prioritaria para el Estado, dado su carácter estratégico para el desarrollo y la sostenibilidad del país.  Sin embargo, a pesar de la ley, más de 89 mil niños están sin la atención de los programas del ICBF en Córdoba. 

¿Para qué la ley de Cero a Siempre, si las madres transitadas que a estas alturas del calendario deberían estar laborando, están sin contrato, sin ingresos y sin un sistema de salud que las ampare?  Todos los días se levantan con el desasosiego que les causa la incertidumbre de su situación laboral. 

Las madres que en sectores populares  normalmente dejan a sus niños en los CDI para ir a trabajar, están desesperadas.  Al final de la semana se conoció una comunicación del ICBF en Bogotá donde aseguran que pronto se seleccionaran los operadores para comenzar con la atención a los niños y niñas. 

Mientras tanto ya se perdieron dos semanas de enero y los primeros días de febrero. Los niños y niñas siguen en sus casas, y las madres transitadas acudiendo al crédito de la tienda de barrio. La pregunta del momento para la directora nacional del ICBF es: ¿La Estrategia de Cero a Siempre es una política de Estado o de hambre?