Con la llamada apertura inteligente el presidente Duque le quitó las banderas rojas a las poblaciones que pedían comida y ayudas humanitarias (salgan a trabajar bajo estrictos protocolos de seguridad), y bajó la bandera a cuadros dándole la partida a una desmandada de contagios.
Por: Oswaldo Marchena Mendoza.
@marchenojob
La mezcla de indisciplina social con políticas públicas erradas es una combinación letal en tiempos de pandemia. La crisis se agudiza si a los anteriores factores le sumamos improvisación. El primer punto lo aporta gente irresponsables que todavía creen que la COVID-19 es un juego, mientras que los otros dos provienen del gobierno nacional.
El gobierno nacional tenía que escoger entre atender la crisis social y la emergencia sanitaria. Al final se decidió por esta última, tal vez porque después de todo el país siempre ha estado en un desbarajuste social, con o sin pandemia. Con la famosa apertura inteligente, el presidente Duque se quitó de encima la responsabilidad de seguir llevando comida y auxilios humanitarios a quienes permanecían confinados y le abrió la puerta a los contagios de la COVID-19.
Con la llamada apertura inteligente el presidente Duque le quitó las banderas rojas a las poblaciones que pedían comida y ayudas humanitarias (salgan a trabajar bajo estrictos protocolos de seguridad), y bajó la bandera a cuadros dándole la partida a una desmandada de contagios.
Semejante desprecio por la vida es de una proporción demencial y los resultados de tamaña irresponsabilidad se empiezan a ver. Por ejemplo, Bogotá se encuentra en un 62% de ocupación de UCI, siendo la cifra más alta hasta el momento. Al cierre de esta nota la capital tenía solo 766 camas UCI disponibles.
En Córdoba los casos se triplicaron en 20 días. El primero de junio, día en que comenzó en el país la apertura de la mayoría de sectores económicos, el gobernador, Orlando Benítez, reportó para Córdoba 9 casos positivos (3 en Montería, 3 en Lorica, 1 en Cereté, 1 en Planeta Rica y 1 en Purísima). Ese día el departamento llegó a 145 casos. El sábado 20 de junio el mandatario de los cordobeses informó en su cuenta de twitter sobre 21 casos positivos de la Covid-19 para un total de 453 casos.
La pandemia está arrasando con vidas y deja hasta ahora escenas de drama, luto y dolor entre las familias colombianas. También es verdad que las regiones con más indisciplina social son las que más están aportando a las cifras de muertos. El diario El Tiempo informó, que el reporte del Instituto Nacional de Salud del pasado viernes 19 de junio, marcó el día con más fallecimientos por Covid-19 reportados hasta ahora en Colombia, con 86. La mitad de ellos 43 se registraron en Barranquilla y el Atlántico.
La cruel realidad de la pandemia en la Costa Atlántica la describió el pasado 18 de junio, el profesor de la Universidad de Córdoba, Salim Mattar: “Hace dos meses dijimos que esto era el inicio de la tormenta, hoy el Caribe con 21.545 casos, carga el 37,77% del total nacional. Vamos hacia una tragedia regional que nos costará muchas vidas y mucho dinero recuperarnos. Oigan!! Quedemos en casa 6 meses más mientras todo esto termina”.
Del Día Sin IVA al Día con COVID-19
El gobierno del presidente Duque, sin el más mínimo ápice de sentido común decretó el pasado 19 de junio el primer Día Sin IVA (aún faltan dos) y las redes sociales colapsaron con las imágenes de personas amontonadas (casi que una sobre la otra) en los diferentes almacenes de cadena. Fue tanto el descontrol y desorden que hasta la prensa internacional (importantes medios), criticaron y se burlaron de la medida irracional.
A pesar de todas las criticas, en el especial de televisión “Prevención y Acción”, el Director de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), José Andrés Romero, señalo que en el primer día sin IVA en Colombia, las ventas del comercio superaron los $5 billones. En los próximos días esperamos el otro balance, el menos importante para el gobierno, pero más significativos para los ciudadanos, el de los contagios.
“Jornada sin IVA fue positiva y nos dejó lecciones a todos”, dijo el Presidente Duque. Es normal escuchar estas frases de parte de un Presidente que está desconectado de la realidad y atado a otros intereses.