Es difícil hablar de paz cuando el Estado no tiene la capacidad institucional de garantizarle la atención en salud a niños humildes como Luis Angel, que lleva casi un año con dos tumores en la cara, y durante ese tiempo solo ha recibido acetaminofén para el dolor.
Por: Oswaldo Marchena Mendoza.
En Twitter @marchenojob.

El paseo de la muerte ya no es en cualquier medio de transporte, entre Eps e Ips, ahora los pacientes ya no mueren en las salas de urgencias, fallecen en sus casas, porque cuando sus familiares los trasladan a las instituciones de salud, en muchos casos ya no hay nada que hacer, y siempre la lectura que se hace de esas situaciones que terminan en la muerte, es que se perdió mucho tiempo valioso desde que ordenaron el procedimiento médico, hasta que el nudo de tramites facilitó una UCI o una sala de cirugía.
El paseo de la muerte se da por internet, en la llamada telefónica, en los meses que se necesitan para acceder a una cita con un especialista mientras la salud de los pacientes se deteriora en sus casas. Un sindicalista del sector de la salud me dijo durante una conversación, no le creas a las cifras de pacientes con Zika que entregan las autoridades de salud, muchos prefieren combatir la enfermedad en sus casas, automedicándose, ya sea porque no les dieron la cita o se devolvieron de urgencias, por falta de atención.
Este perverso sistema de salud selecciona a los pacientes que merecen oportunidad de vivir, aquellos que sus EPS no le han cancelado a la IPS donde solicitan el servicio, están condenados a convivir con sus males, y solo les queda la vía de la tutela para aferrarse a la vida, pero a veces, aunque el fallo es favorable, la cirugía o la hospitalización no llega, y cuando se presenta el incidente de desacato, las autoridades no actúan para llevar tras las rejas a los responsables de los incumplimientos.
La muerte le gana la carrera a la tutela.
En La Ventana narramos como en Montería, tras una etapa de sufrimientos con enfermedad de cáncer, Betty Romero de Paternina, conocida en el sector del magisterio, falleció sin acceder a una cirugía, la misma que la IPS Medicina Integral le negó y que a pesar de una tutela favorable, la misma no se le practicó porque cuando al final se la autorizaron, ya no había nada que hacer. Esto solo para describir uno de los casos más relevantes donde la muerte le gana la carrera a la tutela.
Paso a paso le hice el seguimiento al caso de Minto Herra, una señora que trajeron grave del municipio de Planeta Rica a urgencias de la antigua Saludcoop en Montería, la camilla se les cayó cuando la bajaron de la ambulancia, la tuvieron dos días en urgencias mientras le ubicaban una UCI, la cual nunca consiguieron, mientras sus familiares vieron como se le escapó la vida, en medio de las oraciones y suplicas para que le consiguieran la UCI que no apareció.
Las víctimas de las EPS en liquidación.
Luís Ángel Salgado es un niño que a sus 12 años debería estar educándose para en el futuro ser un hombre de bien, pero no es así, el destino lo seleccionó tristemente para enviar un mensaje contundente al país, y es que siempre que se liquida una EPS, en el proceso muchos de sus afiliados inexorablemente están condenados a que les aplacen durante tiempo indefinido sus tratamientos médicos.
Con dos tumores en su cara, al niño Luís Ángel le ordenaron una cirugía en mayo de 2015, y cuando al fin, después de muchos trámites, su mamá fue por la autorización a CAPRECOM, se encontró que esta estaba en liquidación. Desesperada interpuso una tutela para que le definieran a que EPS sería trasladado, fallaron a su favor y comenzó un largo camino de angustias en la Nueva Eps, y a pesar de las promesas que ha hecho la Supersalud y la EPS, al cierre de esta columna, aún no le han autorizado la cirugía.
Este caso del niño Luís Ángel tiene conmovido a muchas personas en Córdoba, pero la solución solo depende de la Nueva EPS, necesitamos que se pongan de acuerdo con la clínica IMAT y le practiquen ya la cirugía, para que el niño tenga una oportunidad de salvar su vista, de seguir viviendo y de mantener sus sueños.
Yo tengo decidido salir a votar el plebiscito de la paz, no le veo lógica mantener un conflicto que ha teñido de sangre los campos de Colombia, pero es difícil hablar de paz cuando el Estado no tiene la capacidad institucional de garantizarle la atención en salud a niños humildes como Luis Angel. Casi un año con dos tumores en la cara, y durante ese tiempo solo ha recibido acetaminofén para el dolor. Un país que no garantiza la salud a sus niños, no es viable.