En diálogo con el Colombiano, el conductor del bus que se accidentó en la madrugada de este jueves en la troncal de la Costa Atlántica, que hasta ahora deja siete personas muertas y alrededor de 28 heridos, aseguró que la lamentable tragedia que vivió en vías de Antioquia se trató de una falla mecánica.
Según él, ante la insistencia de algunos pasajeros que le gritaron ¡frene, frene, frene!, intentó actuar en consecuencia, pero no logró su objetivo, por lo que no le quedó otra alternativa que dirigir el automotor contra la barrera metálica que vio para evitar irse por el desbarrancadero directo hacia una quebrada.
«Los frenos no me respondieron”, reiteró, tras precisar su rol, no como conductor principal, sino auxiliar en este viaje que había comenzado unas horas atrás en la ciudad de Montería.
De hecho, había recibido el volante apenas media hora antes, cuando le recibió a su “jefe” para que este descansara, en inmediaciones de los Llanos de Cuivá.
El hombre, de cerca de 35 años de edad, tiene dos hijos menores de edad, reside en la capital cordobesa y lleva siete meses laborando para la empresa a la que está adscrita el bus.
El conductor, a quien no se identifica para preservar su seguridad, tiene laceraciones en la espalda que le duelen, sin embargo no acudió al hospital porque así se lo recomendaron los policías que atendieron el caso. La razón era el temor de que alguno de los sobrevivientes o familiares de estos lo lincharan.
El automotor, que cubría la ruta Montería-Bogotá y haría escala en Medellín, se volcó en inmediaciones del sector de Río Grande, en jurisdicción del municipio de Donmatías hacia las 4:30 a.m. Curiosamente, hacía apenas diez minutos que sus ocupantes habían presenciado la escena de otro bus que se accidentó en el mismo carreteable, a la altura del municipio de Santa Rosa de Osos, con un saldo de una persona muerta y 19 heridos.