Uno de los condenados recibió una sentencia de 41 años de prisión, dos años después del crimen.

El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Montería ha dictado sentencia en el caso del feminicidio de Diana María Herrera Mendoza, una joven de 17 años asesinada en el municipio de Puerto Escondido, Córdoba, en noviembre del 2021.

Daniel Esteban Ramos Flórez y Víctor Daniel Pacheco Pérez han sido condenados por su participación en el crimen ocurrido el 20 de noviembre de 2021 en una cabaña abandonada del sector de las playas de Bocas de Canalete, municipio de Puerto Escondido.

Los dos no podrán disfrutar del Festival del Bullerengue que arranca el viernes 21 de junio, porque aunque la condena los toma en plena libertad se deben presentar ante las autoridades o ser capturados.

Daniel Esteban Ramos Flórez, identificado como el autor principal del asesinato, recibió una condena de 41 años de prisión. El era el novio y padre de la criatura que llevaba en su vientre la víctima, pero él se negaba a hacerse responsable.

Mientras que Víctor Daniel Pacheco Pérez fue condenado a 1 año y 4 meses de cárcel por el delito de favorecimiento.

Diana María estaba embarazada cuando fue asfixiada hasta morir. Según el informe de la Fiscalía, los hechos comenzaron a las 6:30 de la tarde del 20 de noviembre de 2021, cuando Daniel Ramos, de 19 años en ese momento, pidió a su amigo Víctor Pacheco que lo llevara en motocicleta junto con su novia, Diana María Herrera Mendoza, hasta una cabaña ubicada a orillas de la playa en Puerto Escondido. Víctor accedió y los transportó al lugar.

Posteriormente, Víctor se retiró de la cabaña, pero regresó alrededor de las 8:40 de la noche, encontrando una escena espeluznante. Según el ente acusador, al insistir que le abrieran la puerta sin obtener respuesta, Víctor forzó la entrada y encontró a Daniel estrangulando a Diana con un cordón de zapatos. La joven falleció a causa de anoxia cerebral por estrangulamiento y sofocación, además de sufrir lesiones adicionales infligidas con el objetivo de causarle intenso dolor y sufrimiento.

Tras el asesinato, Víctor ayudó a Daniel a ocultar el cuerpo en una de las habitaciones de la cabaña, donde posteriormente fue hallado.

Un fiscal imputó cargos de homicidio agravado contra ambos capturados, cargos que no fueron aceptados por los procesados. Ambos fueron inicialmente detenidos con medida de aseguramiento privativa de la libertad, pero posteriormente quedaron en libertad.