En un sector deprimido de Montería, con deficientes servicios públicos y pocas oportunidades de trabajo para los jóvenes, estudiantes de las instituciones educativas Rancho Grande y Los Colores, junto a sus padres, con otros voluntarios del barrio, atendieron la invitación de la Fundación un Granito de Arena por Colombia para desarrollar un proyecto de gran impacto ambiental en Rancho Grande y comunidades vecinas.
De forma pedagógica, Ruth Cruz Villarraga, directora de la fundación y su grupo les enseñan a los vecinos a cuidar el ambiente, reciclan objetos de las basuras y los reutilizan, como el papel, que lo reciclan y hacen canastas decorativas que donan a las instituciones educativas para que se utilicen como materiales de trabajo para los niños que están en la etapa de transición.
A pesar de no tener apoyo de entidades oficiales relacionadas con el medio ambiente, recibieron en comodato por un año un lote de 4 hectáreas, donde elaboran abonos orgánicos, y para ello les solicitan a las personas del sector que les donen las cáscaras, conchas, hojas de lechugas y otros alimentos sobrantes para los cultivos orgánicos.
Uno de los aspectos más importantes del proyecto tiene que ver con el trabajo que realizan en el mercadito del sur, donde persuaden a los vendedores para que reciclen, con resultados hasta ahora positivos para los comerciantes. El mensaje educativo de cuidar el ambiente fue bien acogido por los lavadores de carros ubicados a la orilla del río, y los operadores de camiones, quienes les donan las cascarillas de arroz que quedan en los vehículos, y que son utilizadas por los jóvenes en el lote de cultivos que tienen en arriendo.