Por Jorge Enrique Diaz Varela

En diciembre con bombos y platillos anunciaban en conjunto el Presidente Duque y su ministro de salud la compra de 69 millones de vacunas, que estas llegarían a finales de enero, pero ahí empezó el berenjenal novelesco de la vacuna para hacerle frente al COVID 19, en una tragicomedia de varios actos, el país nacional y el país internacional hacían un ridículo que no se compara con la peor “metida de patas” de Maduro en Venezuela o Duque en Colombia.

Hacia finales del mes de enero en su habitual programa Prevención y Acción, nos daba una noticia que nos dejaba fríos y que por inconvenientes (disfrazados de confidencialidad por el ministro de salud), Colombia estaría frente a una situación, en la que las vacunas no llegaban y que deberíamos esperar un embarque de 1.645.000 vacunas, a mediados de febrero, para dar inicio al ambicioso plan de vacunación contra el COVID 19 el día 20 de febrero, lo cual ocurrió y hasta se adelantó, pero con un “chorro de babas”, y un bochornoso ridículo más.

El 15 de febrero un aeronave de DHL vuelo ABX2245, aterrizaba en el Aeropuerto Internacional del Dorado en Bogotá a las 13 horas, un vuelo que traía el primer embarque con el biológico, producido por los laboratorios Pfizer y BioNTech, y no eran 1.645.000, vacunas; no señores, eran 50.000 dosis, que fueron recibidas por una comitiva del Gobierno Nacional, encabezada por el presidente de la República, Iván Duque; la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; el Ministro de Salud, Fernando Ruiz; la jefa de Gabinete, María Paula Correa; el director del Dapre, Víctor Muñoz; y el doctor Carlos Álvarez, coordinador de los estudios de covid-19 de la OMS en Colombia.

A renglón seguido en un discurso por lo demás revanchista ante las críticas desatadas en los mentideros políticos y las redes sociales, el primer mandatario dijo: «Le anunciamos a Colombia cuando cerramos las negociaciones, cuando se hicieron los contratos de adquisición. Le dijimos al país que empezaríamos este programa en el mes de febrero, y estamos cumpliéndole a Colombia: no solamente empieza este programa de vacunación, que ha sido bien diseñado, sino que tendrá una distribución en todo el territorio»

“Le cumplimos a Colombia y la distribución se hará en todo el territorio” y claro después de semejante anuncio, se inició el traslado del valioso cargamento (0,08%) a la Zona Franca donde están los súper congeladores, una caravana encabezada por los 18 vehículos de la presidencia, seguida del camión de DHL que llevaba el cargamento, 32 motos, 16 vehículos más  los de los demás dignatarios, un camión del ejército y una ambulancia, acompañados de las cámaras de televisión de los noticieros de Caracol, RCN y City TV, daban inicio al circo mediático y politiquero propio de un país carnavalesco, un país donde el Show es la estrella y la mediocridad se festeja.

Pero el ridículo no paro allí, a cada entrega se montaron tinglados en los que salían selfis de funcionarios del gobierno central, con gobernadores y alcaldes de las ciudades más “importantes” para mostrar que “Le cumplimos a Colombia y la distribución se hará en todo el territorio”, en Sincelejo se volvió a ver el circo, esta vez encabezado por la Vicepresidenta Marta Lucia Ramírez y además de las camionetas blindadas los acompañaba un tanque cascabel, cuidaban 696 dosis del biológico.

Este circo se repitió uno a uno en cada lugar de entrega, se llegó al nivel de retrasar la aplicación de las primeras dosis si no estaba presente para la foto un delegado del Gobierno Nacional; mientras esto ocurría el gobierno vuelve a anunciar con bombos y platillos un segundo embarque de 50,000 biológicos.

Así las cosas, para lograr inmunizar a los 35 millones de colombianos según el plan de vacunación deberemos esperar 1.400 embarques y 7000 días para lograr la inmunización de rebaño, algo así como 19 años (en 2040 lo lograríamos), pero el presidente muy claro nos dijo “Le cumplimos a Colombia y la distribución se hará en todo el territorio”, como dijera un cuenta chistes, el chiste se cuenta solo.

Hoy todos quieren cobrar, pero será el oso del año, el Centro Democrático vocifera a los 4 vientos que sin ellos no se habría podido lograr cumplirle a Colombia, los del otro lado es decir los de Petro le cobran la improvisación al Gobierno Nacional, la prensa amarillista el cubrimiento del traslado y la aplicación de las primeras dosis, los expertos (esos que nadie conoce) su habilidad para “ayudar” al ministro de Salud para hacer un plan de vacunación sin parangón, en fin la vacuna que el gobierno Duque necesitaba.

Ante este panorama lleno de folklorismo no se logró inmunizar siquiera un alto porcentaje de la primera línea de los que luchan en las UCI contra la enfermedad, y así pretendían que el Presidente fuera el primer vacunado del país. Se avecinan más actos circenses, propios de un gobierno que está lleno de improvisación y sobre todo de mediocridad.

Esta es una lección para el país, estamos cerca de una nueva elección del Congreso y la primera magistratura del estado, debemos oír todas las propuestas, pero algo claro debemos tener, no debemos dejarnos vislumbrar de salvadores o mesías que vienen a librar al país y llevarlo al desarrollo, porque ninguno de los actuales precandidatos habría hecho algo diferente a lo que ha hecho Duque con el circo mediático de la Vacuna, todos estarían sacándose la foto y mostrándose como el que logró salvar al país del COVID 19; se les olvida que primero está la gente y después su deseo egoísta de mantener el poder, de lograr sus intereses particulares sobre los generales, dejemos el folklorismo, al gobierno le corresponde dar solución a los problemas y a la oposición dejar la payasada y entrar a apoyar las acciones estatales, bueno en este caso no, porque los egos de un lado y del otro no caben en el país.

El fiasco circense de la vacuna y la mediocridad nos permitirán a los colombianos buscar nuevas alternativas, alternativas alejadas de los dos extremos que llevan al ridículo al país.

¡Decencia señores, respeto por el país!