El ataque iba dirigido a alias Bacalao, sobrino de ‘Cuchillo’, quien tenía casa por cárcel.

Cuando los investigadores repasaron la lista de los clientes del bar que fue objeto de un ataque el pasado viernes en Caucasia, Antioquia, descubrieron algo que cambió la ruta de investigación. Entre los asistentes apareció el nombre Danit Darío Doria, alias Bacalao, sobrino del extinto narcoparamilitar Pedro Oliverio Guerrero, alias Cuchillo.

Una pareja, que fue capturada por la Policía y que este miércoles fue enviada a prisión, fue la que arrojó una granada de fragmentación a los clientes del bar Bora Bora, ubicado en el sector denominado Pajona, hecho que dejó al menos 25 heridos.

‘Bacalao’, quien resultó ileso, ocupaba una de las mesas con varios de sus hombres y uno de sus hijos, un joven de 17 años, quien sufrió heridas de consideración. Lo que desconcertó a las autoridades es que el sobrino de ‘Cuchillo’ se encuentra gozando de detención domiciliaria, y fue sorprendido bebiendo a casi 800 kilómetros del radio de vigilancia del Inpec. ‘Bacalao’ tenía que estar en una vivienda –según base de datos del Inpec– en Villavicencio, en donde está terminando de pagar una condena de más de 8 años por porte y tráfico de estupefacientes.

‘Bacalao’ recibió el beneficio de detención domiciliaria en una cuestionada decisión de un tribunal del Meta, que lo devolvió a casa a pesar de haber sido sorprendido por fuera de ella hace cuatro años.

La presencia de ‘Bacalao’ en Bora Bora llevó a los organismos de inteligencia a concluir que la granada iba contra él y que la misma provenía de la estructura ‘Julio César Vargas’ del ‘clan del Golfo’, y que este ataque tiene que ver con una disputa mafiosa en la región.

En principio, las autoridades creían que los móviles estarían relacionados con que el dueño del bar no había pagado una posible extorsión.

Pero la captura de Johana Patricia Barbero Pájaro, alias Carmenza, y de Ferney Alonso Cuervo Ocampo, alias Tilico, presuntos miembros del ‘clan del Golfo’, señalados por la Policía de haber lanzado la granada al bar, fortaleció la hipótesis de que lo sucedido tiene que ver con diferencias entre Bacalao y el ‘clan del Golfo’, la organización de alias Otoniel.

Según las investigaciones, desde hace varios meses un nuevo grupo criminal intenta entrar a la región a apoderarse de las llamadas ‘líneas de expendios’. Prueba de ello fue la muerte de cinco personas en octubre pasado, en el barrio La Esperanza de Caucasia. Las víctimas venían de Medellín, al parecer, a realizar inteligencia para la posterior entrada de la banda de narcos a la que pertenecían.

Con textos de El Tiempo.com