El niño lleva un año sin ninguna clase de tratamiento, la enfermedad sigue avanzando, 6 meses se demoró Caprecom para que autorizaran los hemogramas y exámenes pertinentes.

Niño Luís Ángel
Niño Luís Ángel.

Luis Ángel Salgado es un niño de tan solo 12 años que tiene sueños y quiere vivir, pero un golpe en la cara en un accidente casero, le originó un tumor, y desde entonces su familia lleva un año implorando al sistema de salud que le practiquen la cirugía, que de acuerdo a un especialista necesita para tener la oportunidad de salvar su ojo.

“Tumor benigno de la Nasofaringe y un tumor maligno en la glándula y conducto lagrimales”, fue el diagnóstico del otorrinolaringólogo Gaspar Barrios Castilla en el hospital San Jerónimo de Montería. El especialista solicitó una valoración por anestesiología y buscar programación quirúrgica con autorización. Es oportuno recordar que el niño estaba afiliado al régimen subsidiado de Caprecom EPS.

Ese procedimiento se lo ordenaron en mayo del año pasado, y desde entonces su señora madre, Nohemí Ortiz, una humilde mujer que vive en un barrio marginal de Montería, inició una lucha contra el tiempo para acelerar la cirugía y evitar que los tumores en la cara de su hijo siguieran avanzando, carrera que hasta ahora va perdiendo y de esta forma la posibilidad que Luís Ángel no pierda su vista.

El 2 de septiembre con exámenes en la mano, Nohemí se acercó a las oficinas de Caprecom Montería para solicitar las respectivas autorizaciones, y recibió como respuesta que volviera en 8 días hábiles para entregársela. Triste sorpresa se llevó la señora cuando regreso y le dijeron que ya Caprecom no tenía contratos vigentes con ningún especialista, porque estaban en proceso de contratación y por lo tanto tenía que esperar que al niño lo trasladaran a otra EPS.

El niño lleva un año sin ninguna clase de tratamiento, la enfermedad sigue avanzando, 6 meses se demoró Caprecom para que autorizaran los hemogramas y exámenes pertinentes. Con la ayuda de la Defensoría del Pueblo se presentó una tutela que fue fallada a favor del niño, entonces debido al fallo fue trasladado a la Nueva EPS, donde viven otra batalla jurídica, mientras la salud del niño se deteriora.

“Me han tenido de un lado para otro, yo a mi hijo desde el mismo momento en que sufrió el golpe lo llevé al médico, y luego de un otorrino a otro, hasta que le autorizaron la cirugía para el año pasado, pero todo se enredó con la liquidación de Caprecom”, afirma la madre del menor. Lo más indigno e indolente de estos mercaderes de la salud es que a la mamá del niño finalmente le dieron una autorización para la cirugía en la Clínica IMAT, pero la entidad médica asegura que la misma tiene errores, y la tienen paseando entre la EPS y la Clínica sin solución de fondo, desplazamientos que la señora realiza a pie por su estado de pobreza.

Hace un mes llevó los papeles para la cirugía a la Clínica IMAT, y desde entonces no pasa nada, le dicen que están en el tramite interno entre IMAT y la EPS, “Le hicieron la Tomografía, esperamos 8 días por los resultados, luego otros 8 más para qué el médico lo atendiera, hasta que me dijo delante del niño que podía perder el ojo en la cirugía, algo que a Luís Ángel lo tiene muy deprimido”, sostiene Nohemí Ortiz.

Estas son las historias de los pobres de la tierra, las víctimas predilectas del criminal sistema de salud, mientras los gerentes y directivos de las EPS se lucran con los recursos que el Estado destina para la salud.