Javier Páez, especial para La ventana de Córdoba.

Visitante que llega a Planeta Rica, en Córdoba, y prueba o se baña con las aguas del pozo de El Pital, queda amarrado para siempre a ese lugar. Eso cuenta la leyenda.

Las viejas generaciones creen que es verdad, mientras que los nuevos habitantes de este tranquilo poblado aseguran lo contrario. Pese a todo, se conoce el caso de personas que llegaron si pretensiones de quedarse y que al tener contacto con la fuente de El Pital, se quedaron. Unos se casaron y otros se dedicaron a una empresa o negocio.

En esta parte del departamento todavía algunos moradores despiertan, como es la costumbre de los campesinos, con el canto del gallo. A este sonido también lo acompaña el golpe de los cascos de los caballos en el pavimento, que cada mañana van jalando sus coches, transportando aquella mágica agua del pozo El Pital para repartirla en las calles del municipio.

El perro negro

“El que beba agua se queda y además se convierte en una persona bella y cordial, de ahí esa marca con que se conoce a nivel regional y nacional a Planeta Rica”, expresa Miguel Emiro Naranjo, habitante ilustre de este municipio. Naranjo  también agrega otro “componente enigmático” a la leyenda, relatando que en el barrio La Inmaculada, cerca al afluente, un perro negro se le aparecía a los hombres en las noches.

 Quien no conoce la región pide señas para llegar al pozo El Pital, pregunta en cada esquina, si es necesario. Antes el pozo era público, sin dueño; actualmente pertenece a una familia.

El primero que tomó
En la historia de este municipio de personas amables, se registró que un hombre tomó agua del manantial y como consecuencia nunca se marchó. Se trata de Alejo Durán, el Rey de los Reyes Vallenatos. Vivió sus últimos 28 años en esa región y su tumba es sitio de congregación, donde con música y ron se reúnen sus admiradores para celebrarle otro aniversario.

“Es verdad, aquí tomó agua Alejo Durán y otros señores procedentes del interior del país. Como que les gustó, pues se quedaron por acá”, confirmó Miguel Emiro.

En Planeta Rica confluyen los caminos de Antioquia y el bajo Cauca por el sur, con los que vienen de Montería y Urabá, por un lado, y de Sincelejo y Cartagena por el otro.